Jornada sin duda agridulce la vivida ayer por el secretario autonómico del PSOE, Luis Tudanca. Por la mañana se desayunó con la noticia de que había dado positivo en un control de alcoholemia al que fue sometido hace nueve años. Y ya entrada la noche se supo que ha sido el elegido por Pedro Sánchez para presidir el 39 Congreso Federal del PSOE que se celebra este fin de semana en Madrid.
La noticia que le amargó el desayuno se remonta al 3 de agosto de 2008, fecha en la que Tudanca ostentaba la condición de diputado del Congreso por Burgos, escaño al que había accedido unos meses antes para cubrir la vacante dejada por Octavio Granado, secretario de Estado de la Seguridad Social. El entonces diputado, que había salido a cenar con algún compañero de partido, se vió sorprendido a la salida del aparcamiento de la Plaza Mayor por un control de alcoholemia realizado por la Policía Local.
El resultado de la prueba fue el de 0,43 miligramos por litro de aire espirado, tasa por encima del 0,25 legalmente permitido y por debajo del 0,60 que marca el delito penal contra la seguridad vial. En consecuencia, Tudanca fue sancionado por una infracción administrativa con una multa de 450 euros y la retirada de 4 puntos del carnet, si bien la cuantía económica quedó reducida 315 euros al beneficiarse del descuento por "pronto pago" con renuncia a recurrir.
Casi 9 años después, alguien se ha ocupado de rescatar la historia, justo cuando el actual secretario autonómico afronta su reelección, lo que podría hacer sospechar sobre un posible "fuego amigo". Sin embargo, en su entorno piensan que la filtración de la noticia procede del PP y tiene como objeto empañar su imagen justo cuando mas arrecian sus casos de corrupción en Castilla y León.
A mediodía, la portavoz de la Junta, Milagros Marcos, le pedía a Tudanca que fuera coherente con las declaraciones realizadas con ocasión del "caso Valdeón, obviando que el "positivo" de la ex vicepresidenta traspasó el límite de la infracción administrativa para dar lugar a una condena por delito penal. A la hora de cenar, el secretario autonómico del PSOE se veía compensado con la noticia de que presidirá el cónclave socialista que este fin de semana restituirá a Pedro Sánchez al frente del partido. Todo un espaldarazo con el que nadie contaba.