La descabellada posibilidad de que Pedro Sánchez accediera al Senado desembarcando en el escaño de senador autonómico que ocupa Óscar López se cayó por su propio peso a las pocas horas de que el rumor fuera elevado por algunos medios a la categoría de noticia. Pero ello no supone, ni de lejos, que López tenga garantizada su continuidad en el Senado, máxime cuando en las pasadas primarías dio la espalda a Sánchez para enrolarse en el equipo del ex lehendakari con el que comparte apellido.
En los últimos días ha ganado enteros la posibilidad de que el posible destinatario de ese escaño sea Ibán García del Blanco, precisamente el político leonés que lo alternó con López durante la pasada legislatura autonómica. Secretario de Cultura en la anterior Ejecutiva Federal, García del Blanco se mantuvo fiel a Sánchez hasta el último momento y, pese a anunciar el pasado enero su retirada política, intensificó su actividad dentro del partido tan pronto como el ex secretario general lanzó su candidatura a las primarias.
Junto al ex diputado Diego Moreno, García del Blanco se ha erigido como uno de los principales referentes sanchistas en León, donde, contra todo pronóstico, Sánchez ganó las primarias por casi 300 votos a Susana Díaz, apoyada a un tiempo por el sector oficialista del secretario provincial, Tino Rodríguez, y por el sector critico que encabeza el secretario de la Agrupación Local de León, José Antonio Díez.
De ahí que la presencia de García del Blanco junto a Sánchez en la visita que éste realizó la pasada semana a la Feria del Libro de Madrid haya dado pábulo a su posible restitución como secretario de la Cultura de la nueva Ejecutiva Federal del PSOE. Y de paso que pueda ser el llamado a sustituir a Óscar López en el Senado.
García del Blanco fue senador por la comunidad entre marzo de 2012 y agosto de 2014. Sustituyó a López cuando éste fue nombrado Secretario de Organización en la Ejecutiva de Rubalcaba y renunció dos años después cuando aquel necesitó el escaño para poder ser nombrado portavoz socialista del Senado en el equipo de Sánchez. Su lealtad al repuesto secretario general puede devolverle ahora tanto a la nueva Ejecutiva como a la titularidad de ese escaño que durante aquellos dos años ocupó como una especie de usufructuario político del entonces todopoderoso López. Sin descartar que este último, pese a todos sus avatares, siga gozando de la flotabilidad del corcho.