Estos montes boscosos, que ocupan las laderas, son cobijo también para la vida humana, para existir soñando, para erigir las torres en las que la creencia se pregona en los toques de campanas. Las laderas del mundo en las que el ser humano habita y cree
Estos montes boscosos, que ocupan las laderas, son cobijo también para la vida humana, para existir soñando, para erigir las torres en las que la creencia se pregona en los toques de campanas. Las laderas del mundo en las que el ser humano habita y cree y sueña y trabaja y engendra y prolonga la vida. La vida agazapada en la floresta del bosque. Y la vida soñada, que latirá en las casas, que se acurrucan unas contra otras, do
nde la gente existe y sueña su existir.
José Luis Puerto (escritor) / Rosa Gómez (Fotografía)
Monforte desde Mogarraz