MIRADAS
Actualizado 20/04/2017
Redacción

Un libro es como un salvoconducto: te permite viajar a cualquier parte y a cualquier época, con una identidad falsa y sin sufrir ningún daño / Fotofrafía de Javi Calvo: Librería La Nave en la calle Compañía

1.- Cuando alguien se duerme leyendo una novela que le gusta es porque desea despertar al otro lado y ser un personaje más de la trama.

2.- Nuevas tecnologías: A mi sobrina le han regalado un libro de papel, y no hace más que pasarle el dedo por la cubierta para que se ilumine y aparezca una página.

3.- Un libro es como un salvoconducto: te permite viajar a cualquier parte y a cualquier época, con una identidad falsa y sin sufrir ningún daño.

4.- Cuando terminas de leer un libro que te ha gustado mucho sientes como si una parte de tu vida, de tu piel o de ti se quedara entre sus páginas.

5.- Cuando devuelves un libro a su estante es como si lo enterraras en un nicho, con el lomo a modo de lápida.

6.- Tengo una pareja de amigos que se conocieron en una librería. Los dos iban buscando el mismo libro. Al final, decidieron compartirlo.

7.- De noche, cuando cierran las librerías, los libros se salen de sus estantes para charlar entre ellos e intercambiar aventuras y personajes.

8.- Si no hubiera librerías, no habría libros; si no hubiera libros, seríamos menos libres; si fuéramos menos libres, yo no podría seguir escribiendo.

9.- De adolescente, soñaba con vivir en una librería, en plan orgía literaria: todo el día leyendo, saltando de uno a otro, con dos a la vez...

10.- Hace años tuve una cita a ciegas en una librería. Allí conocí a una mujer llamada Ana Karenina. La relación duró un mes, lo que tardé en leerlo.

11.- Entrar en una buena librería es como alcanzar el paraíso musulmán. El gran problema es elegir.

12.- La primera vez que entré en una librería casi me da un mareo. Todos esos libros suplicándome con voz seductora: Ven, ven conmigo...

14.- Se divorciaron porque ella se acostaba cada día con un libro distinto, y estaba siempre tan absorta y enganchada que se olvidaba de él.

15.- Cuando se separaron, lo peor fue repartir la biblioteca. El rey Salomón habría partido cada libro en dos, y tal vez habría sido lo más justo.

16.- Cuando alguien que nos gusta nos recomienda encarecidamente un libro es como si nos ofreciera un trozo de su alma para que podamos leer en ella.

17.- Cuando alguien subraya un verso en un poema es porque quiere hacerlo suyo o porque ya lo había sentido antes, pero no sabía cómo expresarlo.

18.- No hay placer como el de abrir un buen libro y hacer que desaparezca, como por arte de magia, la terca y dura realidad por unas horas.

19.- Delante del armario, uno se pregunta: ¿qué me pongo? Delante del espejo: ¿qué tal estoy? Delante de la biblioteca: ¿quién quiero ser hoy?

20.- Buscar en una biblioteca es como pasear por calles llenas de ventanas. Abres una y te cuelas en un palacio. Abres otra y estás en Baker Street.

21.- La literatura es una forma de seducción. Se trata de atraer al lector, hechizarlo con las palabras e incitarlo a que quiera más y más y más.

22.- A pesar de todo, la lectura sigue siendo una forma de ocio barata, y, encima, resulta más enriquecedora que cualquier otra.

23.- Un libro no es un plano para orientarse por lo conocido, sino una invitación a perderse en lo desconocido.

24.- La lectura no es un medio es un fin.

Texto: Luis Gasrcía Jambrina / Fotografía: Javi Calvo (Fotografía perteneciente al libro 'Leyendo en la calle')

Fotofrafía de Javi Calvo: Librería La Nave en la calle Compañía

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