Una agricultura y una ganadería alternativa requieren un modelo de desarrollo alternativo. Hay que empezar a preocuparse del modelo de desarrollo sin pararse en los límites únicamente del medio agroganadero.
¿Qué modelo de desarrollo en una economía globalizada?
Un modelo basado en las necesidades de la población (y digo necesidades, no consumo), y en la capacidad de esa población de cubrirlas, mediante un aparato productivo autóctono, con unos mercados externos planificados y subordinados al trabajo y al consumo interno. La necesidad de que todo el mundo tenga trabajo como eje central de la planificación social. Con una consideración de lo que el trabajo implica en términos de salud, horarios, iniciativa, creatividad... Con un diseño espacial equilibrado.
En este modelo una parte de la población trabajaría en la agricultura y la ganadería. La que se hubiera decidido tras un amplio debate social. De acuerdo con unos ritmos de trabajo concertados, productos de calidad, con técnicas respetuosas del medio ambiente.
Un modelo con una planificación social básica. Con una potente dirección social, y amplio campo para la iniciativa privada en determinados espacios. Un modelo por encima de todo participativo, plural, no se si decir democrático. Un modelo social.