Aunque aparentemente esté cantando "La Traviata", es evidente que la declaración judicial del cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, está constituyendo todo un ejercicio de memora selectiva. Concretamente en lo que se refiere a Castilla y León, más bien todo un ejemplo de desmemoria.
Su afirmación de que "nunca hice nada en Castilla y León" no se compadece en absoluto con la realidad. Y no solo porque él mismo ha admitido ante la sala su participación en la "mordida" de 96.100 euros abonada por la empresa Teconsa a cambio de la adjudicación de la variante de Olleros de Alba (León), obra licitada por la consejería de Fomento en el año 2002.
Aparte de los 17.500 euros que trincados por P.C.de la adjudicación de dicha obra, está plenamente acreditado que en el año 2003 dos de las empresas de Correa, Special Events y TCM, facturaron a la Junta de Castilla y León más de 35.000 euros. Dichas facturas estuvieron relacionadas con la celebración de dos eventos, un Congreso de Mediación Familiar y unas Jornadas sobre Mujer y Discapacidad, convocados ese año por las consejerías de Familia y Sanidad, de las que eran respectivos titulares aquel entonces Rosa Valdeón y César Antón.
Menos conocido es otro servicio prestado por el "holding" de Correa un año después, que no fue otro que el de ocuparse de toda la infraestructura e intendencia del X Congreso del Partido Popular en Castilla y León, celebrado el 20 de noviembre de 2014 en Salamanca. Special Events se encargó de que todo estuviera a punto en el Palacio de Congresos y Exposiciones de la capital charra, donde se dieron cita nada menos que 753 compromisarios representantes del partido en las nueve provincias de la comunidad.
Dicho congreso, que reeligió casi por aclamación (98,1 por ciento de votos a favor y ninguno en contra) a Juan Vicente Herrera al frente del PP de Castilla y León, fue clausurado por el mismísimo Mariano Rajoy, quien unas semanas antes, a primeros de octubre, había sustituido a José María Aznar en la presidencia nacional del partido. Ni que decir tiene que Correa estuvo ese día en el palacio de congresos salmantino supervisando personalmente la buena marcha del evento.