El matador de toros salmantino este año se queda fuera de La Glorieta, su plaza talismán. En una entrevista para SALAMANCA rtv AL DÍA, Gallo asegura que a pesar de que el camino no está siendo fácil, está disfrutando de su carrera "
POR MARÍA FUENTES
Su concepto del toreo largo y templado. Su valor. De Eduardo Gallo se ha escrito mucho, y con él, se ha sentido mucho también. Devolvió la ilusión al aficionado salmantino siendo solo un novillero, triunfó después en las plazas más importantes y hoy vive el toreo sin esa presión de una temporada plena, porque la ausencia de contratos es una realidad. Gallo es torero y se siente torero. Así lo vive. Su última palabra, no está dicha.
Ya es oficial. Este año no estará en la Feria de la Virgen de la Vega de Salamanca ¿Cómo encaja la noticia?
Efectivamente, este año la empresa ha decidido que no hay hueco para mí. Es insólito que el año pasado fuera eje central de la Feria en un mano a mano con Javier Castaño y este año estemos fuera. Soy el segundo matador de toros en activo que más veces ha abierto la puerta grande de Salamanca, solo me supera El Juli. Hasta el último momento he tenido la esperanza de estar en la Feria, es mi plaza, es mi gente y la noticia no la he encajado bien. Me avalan ocho puertas grandes pero parece que eso se olvida.
¿Cómo define su idilio con La Glorieta?
La verdad es que para mí es una plaza talismán desde el primer día que la pisé saliendo a hombros con un encierro de El Pilar. Ese mismo año corté tres orejas en la Feria. Es una plaza muy importante en la que recuerdo grandes faenas: un toro de Montalvo que sin matar me dieron todos los trofeos, o tardes recientemente importantes como el toro de Adelaida Rodríguez que le corté dos orejas. En Salamanca siempre se ha visto la mejor versión de Eduardo Gallo.
Su ausencia a principios de temporada en San Isidro imagino que ha marcado el rumbo de la temporada. La ausencia de contratos es una realidad ¿Cómo se afronta?
Sinceramente, estoy disfrutando más que nunca de mi carrera. En otros momentos todo iba muy rápido, no paraba de torear, no me enteraba de nada? ahora mismo disfruto mucho del campo y cada tentadero que tengo lo disfruto como algo único. No tengo esa presión de triunfar, y vivo más el toreo. He vivido unas circunstancias personales muy duras este invierno y eso me ha hecho replantearme mucho la vida. El sueño siempre es cortar orejas en Madrid, pero muchas veces te da más felicidad un toro de salón o el cuajar una vaca en el campo.
Haciendo balance de su trayectoria, lo cierto es que se le recuerda como el novillero que más expectativas despertó en el aficionado salmantino. Debutas con picadores en el año 2003 y concluye la temporada con un total de 20 novilladas, 44 orejas y 8 rabos ¿Qué tenía Eduardo Gallo que lo hacía diferente al resto?
Mi época de novillero despertó tanta revolución sobre todo porque no pinchaba ningún novillo, toreaba tal vez con un concepto diferente al de mis compañeros pero lo cierto es que hoy torero muchísimo mejor y cuajo muchísimo más a los toros.
Entró en el corazón de Madrid?
Sí, tanto de novillero como de matador de toros he gustado en Madrid. Siento que la afición de Las Ventas me respeta y me espera para que en cualquier momento pegue un golpe encima de la mesa. Cuando me preguntan por Madrid siempre digo que me ha dado más que me ha quitado, así lo siento.
Allí ha habido también tardes muy duras, probablemente una de las más difíciles de tu carrera aquella de 2013 con dos toros de Pedraza de Yeltes?
Así fue, la tarde fue mala y eso no se puede negar. Siento que el aficionado de Madrid me respeta, pero fueron muchas las voces en contra que consiguieron que esa mala tarde pesara tanto. No debemos olvidar que una mala tarde la tiene cualquiera. Ese día venía de triunfar en toda América, pasó esa tarde de Madrid y seguí triunfando en todas las plazas. Fue un toro que no entendí y se me hizo pagar un precio muy alto pero yo sigo en la misma línea y sé que antes o después saldrá ese toro que me devuelva por el camino recto.
¿Volveremos a verle pronto en Las Ventas?
Creo que sí, en breves días sabremos algo pero esa tarde está muy cerca.
Esta temporada hasta el momento dos contratos. Sábado 13 de agosto en Huesca y en la provincia de Salamanca actuará en el Festival de Cantalpino el domingo 14 de agosto. ¿Cómo afronta estos dos compromisos?
Así es, además fuera de España torearé tres tardes en Perú y una en México. Ahora mismo esas tardes las espero con ilusión pero sobre todo vivo mucho los momentos previos. Disfruto viviendo en toreo, viendo vídeos de grandes figuras, leyendo libros? Ser torero engloba muchas más cosas que torear todas las tardes.
¿Cómo ve el momento actual que atraviesa la Fiesta?
Vivimos un momento como no se recuerda. Hay muchas figuras del toreo, jóvenes que pisan fuerte y muchos toros que están embistiendo. El problema es que hay una crisis de importante dimensión en España y la gente no puede ir todos los días a los toros, por lo que las plazas no se llenan. Además, la política está jugando un papel que nos está haciendo mucho daño, nos han encasillado en una ideología olvidándose que la Tauromaquia es del pueblo, no es de nadie. No nos dejan volar y no nos respetan, ese es el mayor problema.
Tras la muerte de Víctor Barrio esto se ha acentuado y la justicia va a actuar.
Los antitaurinos han dejado de manifiesto su calidad moral. En la vida uno puede estar a favor o en contra de algo pero sobre todo debemos ser personas. La gente que ha hecho declaraciones tan crueles no saben lo que es la muerte de una persona y el dolor de la familia. Todos somos conscientes de lo que nos jugamos y sabemos que los toros matan, pero una desgracia así te pega un palo y te hace valorar de verdad que esto es algo muy duro.
¿En algún momento ha pensado en tirar la toalla?
La verdad es que no, pero cuando mi hermano murió hace unos meses sí pensé en descansar y me replanteé todo. La vida te pega un giro y te das cuenta de que el planteamiento que tenemos todos de la vida puede cambiar y que esto de un día para otro. He valorado mucho sí lo que estoy haciendo me apetece de verdad hacerlo y al final todas esas preguntas que te tiras meses haciéndote te hacen llegar a una conclusión: no sé si voy a ser capaz de encarrillar mi carrera, pero lo que sí sé es que el rato que esté voy a disfrutarlo con mucha intensidad.