De esto opino el sábado antes de saber quién ha ganado las elecciones. Me la imagino sin políticos, debería organizarse el país por gremios, debería decidir el que más sabe de cada cosa.
Lo que mejor funciona depende de personas con nombres y apellidos que se dedican a una tarea cotidiana en cualquier campo de la sociedad: desde la educación, la salud, los servicios sociales, las obras públicas, la agricultura o el medio ambiente?
No puede gobernarnos gente sin oficio, personas que viven en una burbuja y opinan desde arriba. Tienen la palabra pero son ciegos, mientras que la mayoría trabajadora quizá es muda pero tienen experiencias radicales de vida.
Escuchar a la calle, no significa entenderla. Además no se escucha a todos. Hay personas invisibles y presupuestos escandalosos de una injusticia insostenible. Yo veo corrupción en casi todos los ámbitos en los que trabajo y no sólo de los charlatanes de arriba. Las administraciones están acomodadas y sin espíritu de servicio, se agarran a párrafos de leyes mal hechas para intentar no asumir los riesgos de la gente que sufre, en sanidad se ha empeorado considerablemente y cada vez hay más inhumanidad, en educación, la LOMCE tiene criterios ridículos de calidad, la nueva ley del menor insignificante,?
Pienso que es mucho más fácil de lo que estos cuentan, unos y otros. Hace tiempo que no creo en ninguna institución sólo en algunas personas y no siempre de las más populares. Se necesita más autonomía en los gremios, por eso funciona tan bien la donación de órganos, porque depende de buenos médicos y buenos gestores que cuentan lo que viven a la gente y esta responde incluso con la vida.
Las personas son buenas por naturaleza y por eso hay que conocernos más, pero sin manipular y sin etiquetas, a pecho descubierto. No hay razón para las amnistías fiscales, no hay razones para los alarmantes datos de paro, no puede ser que tengamos la poca conciencia de convertir las necesidades sociales en negocio como si fuera petróleo, no puede ser que para el ébola se encuentre vacuna al minuto de contagiarse un blanco.
La mejora no está en prometer ahora más dinero a todos, no todos los funcionarios son iguales pero sí tienen que cumplir una función social eficazmente y no todos los jubilados viven igual. Hay que diferenciar. En educación y universidad no es cuestión de cambiar leyes es cuestión de contenidos y realidad y autonomía con lo que van a ejercer, hay que responsabilizar al profesorado.
Esto no mejora con cheques en blanco, mejora contando con todos y sin estos agravios comparativos de poder adquisitivo, que los que cobráis tanto, no valéis tanto.