En realidad no me caduca inmediatamente, pero resulta que me piden una vigencia de seis meses o más para obtener el visado. Y claro, no me llega el tiempo para que las autoridades de Senegal me permitan entrar en su territorio. Total, que a renovar se ha dicho.
Tecleo en el sabelotodo de Guguel "renovar pasaporte español" y me sale toda la información que necesito. Las fotos que hay que llevar (o no), la pasta que hay que pagar (esto sí que sí) y la petición de cita previa que debes solicitar haciendo clik aquí. Y ahí que clico. Y la página en cuestión que se me ofrece mostrándome comisarías con fechas y horas disponibles. Elijo la de mi barrio. Me dan para dentro de cuatro semanas. Acepto.
Sigo con mi vida y me llaman del trabajo. Oye, ¿sabes que te caduca el pasaporte? Claro, ya está solucionado. Me han dado cita para el mes que viene. Pues tienes que anularlo. Y hacértelo mucho antes porque no nos da tiempo ni a sacarte el billete ni ?lo que es peor- a preparar el visado.
Descuelgo el teléfono al tiempo que le pregunto al listo de Guguel cuál es el teléfono de la comisaría de mi barrio. Nadie me coge a la primera. Insisto. Una amable voz de mujer joven se ofrece a ayudarme. Le cuento que tengo cita pero que trabajo en una televisión y que mi empresa me quiere mandar a Senegal y necesito con urgencia renovarlo porque si no es imposible reservar los billetes de avión y ?lo que es peor- emitir el visado. Después de mi súplica se obra el milagro. "Le entiendo perfectamente y estoy empatizando con usted (dijo 'empatizando'. La poli. Lo juro) porque he trabajado en esa misma empresa". Ante mi estupor y mi alegría, en unos momentos donde no sabía si dar gracias a Dios o buscar la cámara oculta, balbucí: ¿entonces lo puedo hacer ya? "Deme su teléfono y ahora le llamo". Se lo di. ¡Y me llamó! Y me dijo que al día siguiente me presentase en la comisaría media hora antes de su apertura que me estarían esperando. Y que si había un hueco sería el primero en renovar el pasaporte. Y si no se produjese la baja deseada, me adelantarían la cita en tres semanas.
Yo, que siempre he sido muy crítico con las fuerzas del orden, tengo que darles las gracias. Aunque no me lo renueven mañana. Aunque no me adelanten la cita. Sólo por el trato recibido merecen que les ponga esta medalla.