Sentimientos e ingenio se unen en este soneto de Lope de Vega que escribe a la hora del canto del gallo ( gallicinio) y en el que nos muestra un Siglo de Oro literario repleto de la misma corrupción que anega nuestro siglo XXI. Su ingenio lo demuestra utilizando unas rimas difíciles, poco usuales y termina con la convención de dejar los libros y arrojar la pluma, lo que Lope nunca haría. Lo de Fabio es otra convención para dirigirse a sus lectores y completar el endecasílabo.
Me he permitido escribir un soneto encadenado al de Lope y terminarlo con un estrambote al que le falta el último verso del pareado para que cada uno lo complete a su gusto. Me lo podéis mandar en los comentarios.
Tomé la pluma, Fabio, al gallicinio,Pasada la intempesta nocturnancia,Y no para buscar pueblos en Francia;Que no tengo historiógrafo desinio.Y haciendo de las cosas escrutinioDe este mundo visible mi ignorancia,En todo hallé disgusto y repugnanciaCon tanto descompuesto latrocinio.
Intenté comenzar por desengaños,Del mar de nuestra vida breve espuma,Que a tantos necios consumió los años;Pero al mirar la inmensurable sumaDe invenciones, de máquinas, de engañosDejé los libros y arrojé la pluma.Dejé los libros y arrojé la pluma,Que hace tiempo, buen Lope, que la genteSobre duro cristal digitalmenteYa las letras escribe, resta y suma;Más hoy, igual que a ti, también me abrumaQue mi siglo no sea tan diferenteA tu Siglo de Oro e, impotente,Vea el delito subir como la espuma.Recortan nuestras breves ilusiones,Anulan los derechos con decretosY suben sin parar contribuciones.Algunos, sin dar golpe, están repletosMientras otros con míseras pensionesSustentan con dolor hijos y nietos.¿No quieres más sonetos?Despierta ya, buen Lope, que nos vamos?.....................................................................(Completa a tu gusto con un endecasílabo el último pareado, por ejemplo:A ver si se jubilan nuestros amos. oA dar una sorpresa a nuestros amos.)