NAVARREDONDA DE LA RINCONADA | No faltó de nada, ni los aperos de labranza, ni el carro, la pareja de burros y la ilusión de los vecinos
Los vecinos de Navarredonda de la Rinconada viajan en el tiempo para representar la siega y la trilla de sus antepasados. Este fin de semana, los vecinos han sacado de sus armarios los viejos trajes de labranza para representar la siega y la trilla, dos labores de las que se sustentaban la mayoría de los vecinos del pueblo hace ya décadas. La actividad, en la que se involucró todo el pueblo, tenía como objetivo volver a revivir aquellos tiempos de duro trabajo en el campo y enseñar a los más jóvenes en qué consistía la siega y la trilla.
No faltó de nada, ni los aperos de labranza, ni el carro y la pareja de burros, ni por supuesto la ilusión por revivir unas costumbres que ya han desaparecido por completo. Después del almuerzo y la merienda, los caleros comenzaban así, con esta bonida actividad, las fiestas de Navarredonda.