Dentro de pocos días cientos de estudiantes terminarán sus carreras. Unos finalizan la licenciatura y otros el grado.
Estas líneas van dedicadas a todas estas personas que un día comenzaron el sueño de una profesión que les ayudara a buscar una salida a su vida profesional.
Nuestra realidad es bien distinta a la que pensaban, pero yo les animo a que no dejen que nada ni nadie robe sus sueños. Si creen que pueden podrán. Si para cumplir sus sueños tienen que volar, ¡que vuelen! El mundo está lleno de oportunidades y están para todos, el problema es que los más lanzados despegan sus alas y alzan el vuelo, aun sabiendo que en el camino encontrarán rachas de viento que les harán retroceder, subir y bajar.
Los caminos y los comienzos siempre tienen tropiezos, pero no alcanzarán la meta si no se atreven a dar el primer paso.
Esta generación de estudiantes tiene un valioso tesoro, el dominio de otros idiomas, este don tienen que aprovecharlo sin miedo al ridículo, sin dudas, con la confianza de que ellos también pueden, como hacen los turistas y estudiantes que llegan a Salamanca para aprender y aprenden mezclándose e insertándose en nuestra cultura y con nuestra gente.
¡Ánimo y vuela!