OPINIóN
Actualizado 16/03/2014
Jesús Garrote

Estaba de fin de semana con la familia cuando me llama una educadora de Santiago Uno. Me dice que la policía quiere contactar urgentemente conmigo y no les quieren adelantar nada. Ante la incertidumbre llamé  inmediatamente al teléfono que nos proporcionaron.

Me preguntan si conozco a Juan y por supuesto les digo que sí. Me dicen que es el que ha salido en el periódico, que murió mientras había salido a correr, me han llamado para ver si podemos contactar con su padre.

No me lo puedo creer y no lo asimilo, había quedado con él para jugar a baloncesto el domingo por la tarde en el trofeo diputación. Realmente duele perder a un amigo, a un alumno y un chico que es ejemplo de superación.

Has devuelto a la vida bien por mal, recuperaste la ternura si algún día la perdiste y por eso te doy la enhorabuena. Te felicité muchas veces en vida por tu valentía para mejorar, para tener una vida sana y responsable con amor y reconocimiento hacia tu padre. Te felicité muchas veces pero no sé si te di las gracias tantas veces.

Nos haces creer a los que luchamos algunos ratos a tu lado que los milagros son posibles, que la educación merece la pena por las oportunidades que nos brindáis a los educadores personas como tú .

Nos has hecho Creer con mayúsculas, por eso para tipos como tú tienen que haber construido  un Cielo. Te voy a tener presente en las clases de botánica, en los partidos de baloncesto y también muy especialmente en el viaje de Semana Santa al que ya te habías apuntado para venir con nosotros.

Hemos compartido vicios sanos como el deporte, los viajes, la naturaleza y hemos discutido muchas veces sobre la libertad y el sentido de la vida. Tú habías encontrado la forma de disfrutarla con los que tenías al lado.

Recuerdo trabajando contigo en Marruecos ilusionados con los niños y escuchar a tu padre a la vuelta decir que alucinaba contigo, que le decías que desde que conociste la miseria te daba vergüenza pedirle nada.

También me acuerdo paseando por Amsterdam y el año pasado por Viena, Praga o Budapest, ha sido un honor compartir vida contigo y siempre formarás parte de la familia de Santiago Uno en la que has creído como el que más, tu confianza y tu ejemplo  nos ayudará a seguir .

Feliz viaje hacia el infinito y más allá.

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