El binomio de paradójico es natural. Como ser a un tiempo virgen y madre, o Dios y hombre, o una casta prostituta ?meretrix, decía San Ambrosio-. Santa y pecadora a la vez. Vamos, que se puede.
Lo he dicho muchas veces. Lo bueno de mi trabajo no son los dóndes sino los quiénes. Aunque tenga la fortuna de visitar sitios remotos en las esquinas olvidadas del planeta, el auténtico lujo es encontrarse con personas increíbles que te devuelven la fe en el ser humano. Y te hacen sentir orgulloso de haberles conocido. Pues esto es lo que me ha pasado con los hombres y mujeres de la HOAC a los que yo, con cariño, les he mutado el significado de sus siglas. En lugar de Hermandad Obrera de Acción Católica, me refiero a ellos como Hermandad Obrera de Anarquistas Católicos. Que lo son. Al menos en sus formas. No en vano son asamblearios y autogestionarios. Vamos, que toman sus decisiones en reuniones donde todos tienen voz y voto y que se financian sin ninguna ayuda externa. Ni pública, ni privada. Ni estatal, ni autonómica, ni municipal, ni eclesial, ni diocesana, ni parroquial. Cada uno de ellos aporta lo que puede y cree para mantener su infraestructura y seguir funcionando, con independencia, al servicio del Reino y en sintonía con la Iglesia.
En España son alrededor de 1.500 militantes presentes en 44 diócesis. Su tarea tiene un doble sentido. Son el puente que une la buena noticia de Jesús con el mundo obrero. Y viceversa. Siempre con un fuerte compromiso al lado de los más pobres, de los que sufren. Por eso es fácil encontrarse con militantes hoacistas en las protestas de la PAH (Plataforma Anti Desahucios) o en las reuniones del 15-M. Todos los miembros de la HOAC participan activamente en grupos sociales: partidos políticos, sindicatos, parroquias y todo tipo de asociaciones: de vecinos, de familias de alumnos, culturales, sociales y laborales. Y se organizan en pequeños equipos que semanalmente se reúnen para ver, juzgar y actuar. Siempre leyendo la realidad desde el Evangelio. Con un alto grado de formación social y teológica.
Durante más de medio año he tenido la suerte de grabar con ellos un reportaje. Y -ya digo- me quito el sombrero ante todos y cada uno de estos cristianos -que lo son- de pensamiento, palabra y -sobre todo- de obra.
A los que somos de más de omisión sus vidas nos interpelan y cuestionan.
Este domingo, coincidiendo con los 50 años de la muerte de Guillermo Rovirosa (apóstol del mundo obrero, promotor y primer militante de la Hermandad Obrera de Anarquistas Catolicos ?con perdón-), Televisión Española emite a las 11:30, en La2, el reportaje "HOAC, cristianos a contracorriente". Ojalá sirva para conocerles mejor.