Éxito rotundo del estreno del Martes Chico

Nació de una forma abrupta e improvisada (como experimento del Ayuntamiento tras la decisión de crear un segundo martes de exaltación comercial tras las protestas de los comerciantes por el movimiento de fecha del Martes Mayor), pero todo indica que el Martes Chico va a quedarse en el calendario veraniego mirobrigense tras el rotundo éxito cosechado en su primera edición.

Miles y miles de personas recorrieron a lo largo de la mañana del martes las calles del entorno comercial del Parque de La Glorieta, en una imagen totalmente inédita. Como apuntaban dos vecinos nacidos en la calle El Rollo varias décadas atrás, nunca habían visto su calle con el ajetreo y movimiento comercial de este primer martes de agosto.

Como rasgos más destacados de este Martes Chico, está el hecho de que se desarrolló en un entorno mucho más espacioso que el del Martes Mayor y con zonas verdes, que ayudaron a que el intenso calor que hacía en la mañana del martes en Ciudad Rodrigo se sintiera algo menos. Por el contrario, al ser calles más anchas, el sol lo tiene más fácil para extenderse. Como solución, hubo numerosos puestos con pequeñas carpas, e incluso algunos establecimientos de hostelería colgaron toldos en mitad de la calle para crear sombras.

Otra de las virtudes alabadas de este Martes Chico es que tiene un mayor componente comercial que el Martes Mayor, quedando en un 'segundo plano' la hostelería, debido a que hay menos bares en esas zonas (concretamente, 7, y bastante repartidos). Hay que recordar que al Martes Chico se podían sumar todos los establecimientos de la ciudad que lo desearan, excepto de hostelería, que solo podía estar representada por los de la zona.

Entre establecimientos locales, y los de artesanía llegados de fuera, el primer Martes Chico de la historia ha contado con cerca de 190 participantes (hubo algunas bajas de última hora como suele ocurrir siempre en eventos de este tipo), que fueron distribuidos por las calles en un arduo encaje de bolillos por la responsable de la Oficina Municipal de Desarrollo, Rosa María Pascual.

Concretamente, hubo puestos por las calles Laguna, Lorenza Iglesias, Santa Clara (hasta la calle Valera), Valera, Cárcabas, Peramato, San Fernando, un tramo de la Avenida de Béjar, y la calle Cardenal Tavera. Para llegar a los puestos de esta calle había que cruzar la Avenida de Béjar, quedando como en una 'isla'. Aunque también hubo movimiento por esta zona, durante la misma mañana del martes ya se habló de que esta situación habrá que arreglarla de cara a años venideros.

En palabras del alcalde de Ciudad Rodrigo Juan Tomás Muñoz, el Martes Chico ha sido un "éxito total" tanto en puestos como en movimiento por las calles, quedando únicamente a la espera de saber el volumen de ventas de los comerciantes, que en unos días rellenarán una encuesta para expresar su opinión sobre el evento.

El teniente de alcalde Domingo Benito expresó que el éxito del Martes Chico supone un "espaldarazo" a la iniciativa de llevar actividades a los barrios. Según manifestó, "el éxito salta a la vista; no esperábamos tanta gente". Asimismo añadió que el hecho de que el Martes Chico salga bien es un "síntoma" de que el Martes Mayor será un éxito también.

Como es habitual en ese Martes Mayor, buena parte de la Corporación Municipal realizó una visita institucional a los puestos del Martes Chico a media mañana. Durante la misma, parte de los concejales se hicieron una glucemia en el puesto instalado por la Asociación Mirobrigense de Diabetes. Para cerrar la visita, y como es tradición también durante el Martes Mayor, los concejales tomaron todos juntos un refrigerio en uno de los bares.

Como otras actividades especiales, en el Parque de La Glorieta hubo un parque infantil con hinchables y un toro mecánico, un poni, una exposición de pájaros de la Asociación Ornitológica Mirobrigense y una zona para que los niños pintaran dentro de un concurso organizado por Ocaso. En la calle Valera, el arquitecto Carlos Martín Sánchez mostró cómo ha evolucionado la arquitectura en los últimos 30 años.

Hay que apuntar que pese a la celebración del Martes Chico, el mercado de frutas y verduras de las huertas del Águeda que se coloca todos los martes del año en la Plazuela del Buen Alcalde se mantuvo en su sitio (tenían la opción de bajarse a la zona de La Glorieta).

Como diferencia respecto al Martes Mayor, por las calles donde se desarrolló el Martes Chico hubo menos grupos de jóvenes, que optaron por irse directamente de botellón al parque de la parte trasera del Valle de San Martín, como ya ocurrió en el Martes Mayor del año pasado. Los jóvenes ?unos 200 en total- recibieron la visita de las fuerzas de seguridad, para remarcarles que cuando acaben la fiesta dejen todo recogido. Este macro-botellón, que contó hasta con música, se desarrolló con muy buen ambiente y armonía.