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La cigüeña, una protagonista de leyenda
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BAÑO DE MITOLOGÍA SOBRE LA CIGÜEÑA

La cigüeña, una protagonista de leyenda

Actualizado 28/07/2015
Redacción Béjar

Un viejo cuento popular polaco relata que Dios creó el plumaje de la cigüeña blanca, mientras que el Diablo le dio alas negras, uniendo el bien y el mal en ella (GALERÍA DE FOTOS CEDIDAS POR JULIÁN MATEOS)

[Img #368665]La cercanía de la cigüeña a los hombres y sus lugares de asentamiento, han hecho de este ave una animal protagonista de numerosos mitos y leyendas en todas las culturas.

Esta ave fue elegida como símbolo de la nueva maternidad debido a su carácter dócil y protector, a la cercanía de los nidos a los asentamientos humanos y a su costumbre de volver siempre al mismo lugar para colocar los huevos y cuidar de sus crías, tarea que realizan entre los dos progenitores emparejados de por vida.

En el Antiguo Egipto, se la asoció con Ba, un mediador entre el mundo de los dioses y la tierra, el medio que el difunto utilizaba para desplazarse. Se la asociaba con la parte espiritual del hombre una vez muerto, con su alma. Cuando alguien moría el ba, representado con forma de cigüeña o de pájaro con cabeza humana, abandonaba el cuerpo para ascender al cielo, pero cada noche debía volver a alojarse en el cuerpo que permanecía en la tumba, una de las razones por las que los egipcios embalsamaban los cuerpos de sus difuntos.

Para la mitología griega y romana las cigüeñas blancas no morían de vejez, sino que volaban a las islas y adoptaban apariencia humana. La característica de estas aves, de proteger y cuidar a los ejemplares más viejos o enfermos, dio nombre a la ley pelargonia (pelargos era la palabra griega con la que se denominaba a la cigüeña), que obligaba a los ciudadanos a cuidar de sus mayores. Además este pájaro estaba protegido, y quien matara a uno era castigado con la pena de muerte. Esopo le dedicó dos de sus fábulas La zorra y la cigüeña y El granjero y la Cigüeña. Y en la antigua Roma se la consideraba protectora de las mujeres, el matrimonio, el parto y los recién nacidos.

[Img #368673]Los seguidores del Islam veneraron a las cigüeñas porque parecía que hacían una peregrinación anual a La Meca durante su migración, y algunas de las primeras investigaciones sobre las migraciones de aves comenzaron tras el descubrimiento en Europa de ejemplares que llegaron con flechas africanas en sus cuerpos.

Durante la Edad Media estas aves eran consideradas como guardianas de las almas de los bebés no natos resguardadas en los humedales, ya que era frecuente encontrarlas en estos parajes (pues es donde van a alimentarse). Además se creía que eran precursoras de la primavera y con ello asociadas al nacimiento de toda clase de vida; mientras que el misterio de su paradero invernal contribuía a acrecentar su leyenda. En la Inglaterra medieval también se asoció a estas aves con el adulterio, posiblemente inspirados por sus rituales de cortejo, en los que la pareja se saluda con una exhibición, sacudiendo la cabeza arriba y abajo y crotorando mientras echan la cabeza hacia atrás, además de por sus frecuentes cópulas durante el mes que precede a la puesta. Incluso, debido a su postura se la asoció con la presunción.

Sin embargo, la antigua leyenda de la cigüeña, que ha llegado hasta nuestros días y hasta nuestra cultura tuvo su origen en Escandinavia, cuando los niños nacían en las casas, y había que justificar la presencia repentina de un nuevo miembro en la familia. Incluso el descanso, que la madre debía guardar después del parto, se explicaba a los más pequeños de la casa diciéndoles que se debía a que la cigüeña había picoteado la pierna de la nueva mamá.

En Alemania se creía que un nido de cigüeñas sobre una casa, protegía contra los incendios y que sus almas eran humanas, por eso allí y en los Paises Bajos se construían plataformas de nidación en los tejados. Para los alemanes, las cigüeñas encontraban a los bebés en cuevas o pantanos y los llevaban a los hogares, por eso, cuando se quería tener un niño, se colocaban dulces en el alfeizar de las ventanas. En Polonia, Lituania y Ucrania se creía que traían armonía a la familia en cuya casa anidaban.

Esta antigua leyenda de las cigüeñas como portadoras de bebés, se popularizó durante el siglo XIX con el cuento de Hans Christian Andersen, Las cigüeñas, que trata sobre unos niños que se burlaban de las cigüeñas mientras éstas aprendían a volar y, como castigo o venganza, al cabecilla le llevaron un hermanito muerto.

Esto nos conduce a que no todas las leyendas sobre las cigüeñas son positivas, en Alemania también se la asoció con los bebés discapacitados o nacidos muertos, justificándolo como un accidente en el viaje de la cigüeña, en el transcurso del cual se le calló, o como venganza o castigo por algún daño que se le había infringido al ave en el pasado, tal y como lo recogió el cuento de Andersen.

A los hijos de los esclavos en Estados Unidos se les contaba que los bebés blancos eran traídos por las cigüeñas, mientras que los bebés de los esclavos nacían de huevos de buitres.

Un viejo cuento popular polaco relataba que Dios creó el plumaje de la cigüeña blanca, mientras que el Diablo le dio alas negras, uniendo el bien y el mal en ella.

Multitud de historias, cuentos y leyendas en torno a una majestuosa y elegante ave, con la que compartimos nuestro espacio, a la que vemos llegar antes de la primavera, cuando aún los inviernos arrecian sobre las alturas, protectora de los suyos y quien sabe?de quien más.

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