Tod@vía se toma un respiro en la recuperación de la vía con la llegada del calor

La Asociación de Frontera Tod@vía dio por concluido el pasado domingo el curso de jornadas 'facenderas' para la recuperación de la vía férrea La Fuente de San Esteban-La Fregeneda-Barca d'Alva. La llegada del calor obliga a los 'soldados del ferrocarril' a un respiro antes de proseguir con su objetivo: mantener viva la vía y las esperanzas de que un día su utopía deje de serlo, porque como un día nos dijo José María Martín Patino (DEP), "si se habla de utopía es porque es realizable".

Y así, con una jornada entre festiva y de trabajo, los voluntarios de Tod@vía se enfrentaron un día más a la maleza que oculta este Bien de Interés Cultural. Desbrozadoras, motosierras, oces y azadas volvieron a ser las armas con las que luchan por mantener vivo el BIC. Su actitud no es la contemplación, es la militancia real de la sociedad civil, que un buen día pasó de los paseos y la observación y decidió que su aportación a esta línea férrea debía tener mayor contenido que las imágenes de lo que un día fue.

Y todo para que todos la disfruten, contemplen y admiren sin pedir nada a cambio. Pero en medio de todo ello siempre estará la memoria, aunque solo sea la de unos pocos y la de aquellos que un día se pregunten sobre quiénes fueron los que dejaron cientos de tablas en sus puentes.

Esta es solo una pausa hasta la llegada del otoño, pues será entonces cuando las desbrozadoras vuelvan a rugir para despertar la vi(d)a, un camino de hierro que se sobrepone a las vicisitudes del tiempo y de los hombres, un pedazo de la historia, de la cultura de los pueblos que un día se quedaron sin una parte de su alma. Esperaremos, porque la esperanza permanecerá mientras el tiempo perdure.