Jeannette L. Clariond, desde México

Jeannette L. Clariond (Chihuahua, 1949) me envía, desde el Estado de Nuevo León, su libro "Desierta memoria / Deserta Memória" (Universidad Autónoma de Nuevo León, Mantis Editora y Selo Sebastiao Grifo), tres editoriales en comunión para amparar a esta su hermosa arca bilingüe, con traducciones al portugués realizadas por Ana Rüsche y Felipe Branatti Sentelhas.

Brevedad de lo intenso, versos entreabiertos a múltiples lecturas, como invocaciones frente a lo huidizo de la aparente realidad, de la memoria que se rasga por encrucijadas: "Como un astro la memoria/ se desvanece/ en medio de la niebla", nos dice con esa impronta del haiku que ella asume sin impostación, mestiza por los cuatro costados de la cultura. En este libro, vertebrado en cinco apartados (El pan de cada sombra, Sed, Horas, Descenso y Niebla), la poeta enseña el corazón sin embalsamar y los deseos del cuerpo mudo: "La materia del deseo,/ su precisión de infinito,/ es la noche,/ esta noche rumiando/ mi dimensión de fruto".

La oscuridad también puede ser otra luz, otro relumbre de un sol amante que se desdobla tras la piedra del crepúsculo. Por ello, Clariond escribe así: "La realidad es algo que no acontece;/ vivir/ es sólo un modo/ de oscura claridad". Pero ya sabemos que el alma es quien lleva la batuta y que todo lo perdemos cuando la despojan de sus alas y nos abate el desasosiego existencia: "Y no es que el árbol pierda su verdor,/ es el alma que anula su follaje". La memoria y el olvido, lo que se pierde o se tuerce en el camino, consumido o degradado sin poder ser de nuevo semilla: Jeannette L. Clariond se guarece del tiempo emponzoñado con esta magnífica poesía, bálsamo o contrapunto a todo aquello que provoca lágrimas o estampidas.

Y, si bien es cierto que "Todo olvido guarda una luz", ella prefiere la sombra donde intenta vivificarse: "Sólo una noche basta para alumbrar/ en lento ascenso/ el tenue pulso que retorna".

Voz limpia, sílaba a sílaba, la de Jeannete. Viene desde la orilla de los siglos, desentumeciendo hasta los huesos de quienes catan su mensaje contra el pavor o el hundimiento emocional. Ella lo sabe y, exponiendo la cicatriz y el agua que sacia su sed, testimonia lo otrora intuido: "Desde la raíz, entera, la frágil voz regresa"

ALGUNOS DATOS DE JEANNETE L. CLARIOND

Poeta, traductora y editora. Es licenciada en Filosofía, Maestra en Metodología de la Ciencia y Maestra en Letras Españolas. Su obra

poética está contenida en las siguientes publicaciones: Mujer dando la espalda (1992); Desierta memoria (1996); Newaráriame (1997); Todo antes de la noche (2003); Amonites (2003); Siete visiones (2004, con Gonzalo Rojas); Nombrar en vano (2004); Los momentos del agua (2006); Leve Sangre (2007). Entre los premios obtenidos destacan el Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde (1992), el Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta (1996) y el Premio Gonzalo Rojas (2001). Es antóloga y traductora de Roberto Carini, Alda Merini, W. S. Merwin, Primo Levi y Charles Wright, entre otros. Publicó recientemente una antología traducida de poetas norteamericanos, en colaboración con Harold Bloom.

En Salamanca participó en el XVII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, que el pasado mes de octubre se dedicó al poeta cubano Gastón Baquero. También participó en la celebración del Día Mundial de la Poesía celebrado en el Aula Magna de la Facultad de Filología de la Universidad de Salamanca, el 21 de marzo de 2014. Poemas suyos aparecen en las antologías de dichos encuentros: "Palabras del Inocente" y "Desde un preciso lugar del mundo", respectivamente.