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Cómo escuchar música 2
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Cómo escuchar música 2

Actualizado 27/01/2015
José Luis Martínez Garvín

Apuntes 2ª parte.

CÓMO ESCUCHAMOS

Todos escuchamos la música según nuestras personales condiciones. Pero para poder analizar más claramente el proceso auditivo completo, lo dividiremos, por así decirlo, en sus partes constitutivas.

Se podrían denominar:1. El plano sensual. 2. El plano expresivo. 3. El plano puramente musical.

1. El modo más sencillo de escuchar música es hacerlo por el puro placer que produce el sonido mismo. Este es el plano sensual. Oímos la música sin pensar en ella ni examinarla en modo alguno. El mero atractivo sonoro de la música engendra una especie de estado de ánimo tonto pero placentero. El sonido es agente poderoso y misterioso. Muchos aficionados abusan de este plano. Van a los conciertos para perderse en la música, (consuelo o evasión) lugar donde soñar a causa y a propósito de la música, pero sin escucharla nunca verdaderamente. El plano sensual es importante, pero no constituye todo el asunto. El valor de la música no está en razón directa con su atractivo sonoro, ni es verdad que la música de sonoridades más deliciosas sea la escrita por los compositores más grandes. (¿Ravel + que Beethoven?) Actitud consciente incluso en este plano.

2. El plano expresivo. Grave controversia. Toda música tiene +_ poder de expresión. ¿Quiere decir algo la música? ?Sí. ¿Se puede expresar con palabras todo lo que dice la música? ?No. Ese es el problema. Los simples aficionados no se contentan con la última respuesta. Necesitan siempre que la música quiera decir algo y cuanto más concreto más les gustará. (tren, tempestad, entierro, etc.) Esta es la actitud de la que han abusado y abusan los comentaristas musicales. (Ejemplos en radios y tertulias). Hablan de todo menos de la música en sí misma. Hay que eliminar o evitar esa idea vulgar. Pero entonces, ¿qué es lo que un aficionado inteligente puede atribuir a la expresión de una obra determinada? Nada más que conceptos generales. La música expresa, en diversos momentos, serenidad o excitación, pesar o triunfo, furor o delicia, etc. Estados de ánimo con una variedad inconmensurable de sutiles matices y diferencias que dependen también del estado de ánimo de cada oyente. Por su expresión y emotividad es más fácil de entender Tchaikosky que Beethoven; pero no por eso es mejor compositor. El primero casi siempre nos dice lo mismo, mientras que Beethoven es más difícil de entender porque en cada obra y audición nos dice cosas distintas. Mayor riqueza expresiva + valor.

Ejemplos:-Clave bien temperado de Bach. Cada tema un diferente mundo de sentimientos. Cuanto más bello es un tema más difícil es encontrar palabras. ¿Alegre? ¿Triste? Calidad de esa tristeza: pesimista, resignada, fatal, incluso sonriente. Para ti. ¿Y para los demás? Para ti ahora. ¿Y cuando la oigas otro día?

-Primer movimiento de la Novena Sinfonía de Beethoven. No dice sólo una cosa: energía, sensación de fuerza. Pero no podemos reducirlo a una frase y decir: "El mazo fatal de la vida"

La música tiene en verdad un significado expresivo pero no podemos decir en unas cuantas palabras lo que sea ese significado.

3.El plano puramente musical. La mayoría de los oyentes no tienen conciencia suficientemente clara de este tercer plano. Por eso, mejorar este aspecto es el propósito principal de estos apuntes.

Cuando alguien oye hablar de "las notas" con un poco de atención es casi seguro que piensa en la melodía, si ésta es bonita o fea, y ahí queda la cosa. El ritmo será probablemente lo siguiente que le llame la atención sobre todo si tiene un aire movido o incitante. Pero la armonía y el timbre los dará por supuestos, si es que llega a pensar en ellos. Y en cuanto que la música tenga algún género de forma definida ni siquiera pasa por su cabeza. El oyente inteligente debe estar dispuesto a aumentar su percepción de la materia musical y lo que a ésta le ocurre, sentir los cambios en la melodía, el ritmo, la armonía, los timbres y formas musicales. Escuchar todos estos elementos es hacerlo en el plano puramente musical y de ellos escribiré próximamente..

Naturalmente los tres planos nunca se escuchan por separado. Lo que se hace es relacionarlos entre sí y escuchar de las tres maneras a la vez. También es cierto que esto generalmente no se puede hacer en una sola audición. Igual que hay novelas, cuadros, películas en las siempre que las leemos o vemos otra vez encontramos algo nuevo, las obras musicales no las podemos apreciar plenamente en una sola audición.

Para comprender la simultaneidad de los tres planos pongamos el ejemplo del teatro. 1 plano: actores y actrices en su físico, vestidos, decorados, luces, etc. 2. plano: emociones de la acción, cómicas, dramáticas, trágicas, etc.3 plano: trama y su desarrollo, estructura en escenas, cuadros, actos, etc.

Todo ello se ve y oye al mismo tiempo. Igual que el espectador teatral percibe juntos los tres planos, el buen oyente escucha los tres planos de la música simultáneamente y sin pensar. (¿?) No debe quedarse en los dos primeros. En cierto sentido, el oyente ideal está dentro y fuera de la música al mismo tiempo, la juzga y la goza, piensa que va por un lado y observa que va por otro. Casi lo mismo que le sucede al compositor cuando compone, porque para escribir su música el compositor tiene que estar también dentro y fuera de ella, ser llevado por ella pero también criticarla fríamente. Tanto la creación como la audición musical implican una actitud que es subjetiva y objetiva al mismo tiempo.

El compositor crea y desarrolla un tema musical del mismo modo que el dramaturgo crea unos personajes y les hace moverse, actuar y desarrollar su obra en el escenario. El problema del oyente musical es que muchas veces ni se entera de quien es el protagonista de esa obra musical, no sabe si hay uno o dos, cuales son principales y cuales secundarios, etc. y como no puede seguirlos en su evolución se cansa y se aburre a los pocos minutos o se queda en el primer plano. Es como si en el teatro nos quedáramos sólo en los decorados, el vestuario o las luces.

El conocer este protagonista musical y cómo se transforma a lo largo de la composición es la principal función de un oyente inteligente.

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