Creada una Escuela Municipal de Tamborileros y Música Tradicional

El Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo ha puesto en marcha coincidiendo con el arranque del curso 2014/2015 una Escuela Municipal de Tamborileros y Música Tradicional, dirigida por el músico mirobrigense José Ramón Cid Cebrián. La Escuela nace como extensión del taller de gaita y tamboril que ofrece Cid Cebrián en la Escuela Municipal de Música Juan Esquivel de Barahona como parte de los talleres de cultura tradicional del Ayuntamiento.

El objetivo principal de la Escuela es que los alumnos que asisten al citado taller tengan una serie de actividades añadidas que les ayuden a profundizar en su conocimiento de la cultura tradicional, en diversos ámbitos. Estos alumnos no tendrán que pagar ninguna cantidad extra por participar en estas actividades, mientras que las personas que asistan a acciones puntuales sí abonarán una pequeña cantidad para gastos de material.

Será el caso, por ejemplo, de los dos talleres adicionales que se desarrollarán este curso. Uno de ellos será un taller de pujo y tendrá lugar, como no podía ser de otra forma, en la época navideña. En este taller se aprenderá a construir el pujo ?cada alumno realizará el suyo propio-y además se enseñará la cancioncilla tradicional que se cantaba el Día de Nochebuena.

Mientras, después de Navidad y hasta el mes de junio, habrá un taller en el que los alumnos construirán su propio tamboril al estilo antiguo, cuando las personas los fabricaban con medios naturales como madera y huesos de cabra. El objetivo es recuperar las tradiciones y ayudar a difundirlas.

José Ramón Cid Cebrián incidió en que la flauta de 3 agujeros y el tamboril, que en la antigüedad estuvo presente en toda Europa, se ha ido perdiendo y ya quedan "pocos reductos", uno de ellos la Tierra de Ciudad Rodrigo, donde "el tamborilero ha destacado muchísimo, siendo la base de muchas fiestas". El responsable de la Escuela apunta que uno de los objetivos principales es ayudar a conservar las tradiciones.

De esta forma, los alumnos de la Escuela entrarán en contacto con las últimas personas a las que les fueron transmitidos por vía oral (es decir, por sus antepasados) los conocimientos de la gaita y el tamboril, de los bailes, o de instrumentos como las castañuelas, la sartén o el pandero cuadrado.

En este sentido, está previsto realizar trabajos de campo y de investigación, yendo a conocer a estas personas a sus lugares de origen, y que estas mismas personas, junto con investigadores y personalidades destacadas del mundo de la cultura tradicional, impartan clases magistrales y talleres. Además, también se trabajará con los archivos sonoros que se conservan, para conocer antiguas canciones.

Otro de los objetivos de la Escuela es crear una gran exposición, a partir del mes de enero, en la cual se recopilarán instrumentos, representaciones iconográficas, o fotografías de tamborileros antiguos, con la intención de que toda esta información "sirva a los alumnos de la Escuela como libro de texto".

La finalidad última de la Escuela será que toda la información que se genere quede a servicio de los mirobrigenses a modo de Centro de Investigación y Archivo.

Según apuntó durante la presentación el Alcalde de Ciudad Rodrigo, Javier Iglesias, la Escuela no tendrá un coste adicional para las arcas municipales, salvo "1.500-2.000? para materiales o alguna actividad" complementaria. Para Iglesias, la Escuela "va más allá de dar clases de gaita y tamboril", y tiene el objetivo de "profundizar en el mundo de la cultura tradicional". Con esta nueva iniciativa, Ciudad Rodrigo se suma "a las actividades en pro de las manifestaciones populares culturales".

Por su parte, el concejal de Cultura, Enrique Cencerrado, destacó que el Equipo de Gobierno del Partido Popular ha hecho una "apuesta constante por el valor de la cultura tradicional", potenciando manifestaciones ya consolidadas, como la Charrada, e implantando nuevas iniciativas, como la Escuela de Verano de Folklore.

En palabras de Enrique Cencerrado, la Escuela de Tamborileros quiere ser "un referente nacional", permitiendo que las enseñanzas "se puedan aprender en la tierra y el entorno donde han sido creadas".