Los aficionados a la cinegética reorientan sus predilecciones hacia la caza mayor

No es nada nuevo para cualquier cazador, pero es una de las conclusiones destacadas de Cazdata, los aficionados a la cinegética han reorientado sus predilecciones en la práctica de esta actividad hacia la caza mayor, y por el contrario especies de menor como la perdiz o la liebre sufren una menor presión, dato que contrasta con el aumento de esta sobre el conejo, especie casi extinta en la mayoría de los acotados salmantinos.

Cazdata es una base de datos con 2.415 registros correspondientes a las 21 últimas temporadas, y en su elaboración han colaborado 449 clubes de caza de Castilla y León de los que el 41% han aportado datos de más de cinco temporadas. Esta iniciativa es fruto de la colaboración entre la Consejería de Fomento y Medio Ambiente y la Federación de Caza de Castilla y León, y sus resultados eran presentados este miércoles, 13 de agosto, por el director general de Medio Natural, José Ángel Arranz, y el presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi.

El objetivo de este banco de datos es analizar los rendimientos de las especies de caza, la presión de la práctica cinegética, las medidas, las tendencias demográficas de las poblaciones, y los daños, entre otros aspectos. Todos estos datos posibilitarán una mejor gestión de los recursos cinegéticos.

Tendencia ascendente de la caza mayor

De este modo, Cazdata permite testar la evolución demográfica de las especies cinegéticas ya que series históricas largas, como las de este estudio, son las que permiten dar una robustez al tratamiento estadístico de los datos. Se observa una tendencia descendente en cuanto a la presión de capturas sobre las especies de caza menor ?especialmente perdiz roja, codorniz, tórtola común, liebre y faisán? mientas que la paloma torcaz, la paloma bravía, los zorzales, las acuáticas, las agachadizas y las becadas permanecen estables. Sin embargo, se constata una tendencia al alza en el caso del conejo y, especialmente, en los ungulados silvestres, como en el jabalí, corzo y ciervo.

En cuanto a daños provocados por la caza (daños a la agricultura y atropellos de especies cinegéticas), la casuística se mantiene estable y por especies la más señalada es el jabalí seguida del conejo y el lobo. Respecto al furtivismo, la incidencia es baja o media siendo la liebre la especie más afectada seguida del corzo, el conejo, la perdiz, el jabalí y el ciervo.

Presión potencial y real en los cotos

Otro dato a tener en cuenta es el que analiza la presión que soportan los cotos de caza. Para ello, se diferencia entre la presión cinegética potencial y la presión real. La presión de caza potencial se calcula mediante la relación entre el número de cazadores (socios) que pueden cazar en los cotos colaboradores de Cazdata y la superficie de la que disfrutan (cazadores/100 hectáreas). El estudio concluye que la tendencia de la presión potencial total y la de la caza menor siguen el mismo patrón, no así la caza mayor.

La presión real de caza mide el número medio de cazadores en el coto durante cada día de caza diferenciando entre días laborables y festivos. En cuanto a la presión real, la tendencia de la caza menor muestra descenso en los días festivos y ascenso en las laborables. En cuanto a la caza mayor, la presión real sigue la misma tendencia tanto en días laborables como festivos, ambas aumentan en el último período analizado, si bien las correspondientes a los días festivos lo hacen de forma más brusca.

Otro dato relevante del estudio es la distribución de los distintos tipos de hábitats en un coto. Se han analizado 774 cotos de caza y se concluye que el cultivo de secano dentro del coto inicia un descenso ligero a partir de la temporada 2008-2009 mientras que ha ido en aumento el hábitat de bosque a partir del período 2005-2006. Según el análisis realizado, un coto medio de los que han participado en CAZDATA presenta un 51 % de secano, un 22 % de bosque, un 13 % de matorral y regadío y un 11 % de prado o pastizal.

El estudio establece una conexión entre el hábitat idóneo para algunas especies y la presión cinegética, concluyendo que en el caso de la perdiz roja y la becada la relación de la presión, especialmente en los días festivos, es similar a la tendencia de las capturas de dicha especie. En el caso de la codorniz y el jabalí esta relación no está tan marcada.