Multitudinaria procesión del Silencio

Ese crecimiento alcanzó su punto culminante en la noche del Jueves Santo, con motivo de la procesión del Silencio, que registró una espectacular afluencia de público, resarciéndose la Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración de lo ocurrido en 2012 y 2013, cuando las procesiones se vieron afectadas por la lluvia.

La masiva asistencia de espectadores se pudo comprobar desde el preciso momento de la salida, cuando era difícil encontrar un hueco en la Plazuela Cristóbal de Castillejo para seguir de cerca la colocación de la imagen del Cristo de la Expiración en su carroza. Como es habitual, la imagen fue sacada por varios Cofrades de la Iglesia de San Pedro, y llevada hasta una vivienda cercana, para izarla con unas cuerdas y colocarla en la carroza.

Una vez el paso estuvo listo, tomó la palabra el capellán de la Cofradía, Ángel Martín Carballo, para rezar una oración y dirigir la Promesa de Silencio (debido a la alta afluencia de público, este año hubo algo más de 'bullicio' entre el público en el devenir de esta procesión por las calles).

Hecha la promesa, se puso en marcha la procesión, en la que también destacó el alto número de cofrades participantes, portando todos ellos un candil (excepto los dos que van tocando sendas esquilas periódicamente). La Hermandad abandonó la Plazuela por la calle San Juan, para dirigirse por las calles Colegios, Velayos y Sánchez Arjona a la zona del Parador.

La procesión continuó por la calle General Pando y Díez Taravilla, para subir por la Colada hacia la Plaza Mayor, todo ello a un ritmo muy alto. Posteriormente, se continuó por la Rúa del Sol, Enrique Zarandieta, Muralla, Campofrío, inicio de la calle Madrid, Plazuela del Conde, calle Cáceres y Avenida de Yurramendi, para llegar al entorno de la Catedral apenas una hora después de haberse puesto en marcha.

Como es habitual, la procesión finalizó a las puertas del Pórtico del Perdón, con el rezo de un Padrenuestro, antes de que la imagen del Cristo de la Expiración fuera introducida en la Catedral -comparte el Pórtico con la Virgen de las Angustias-, donde permanecerá hasta la tarde del Viernes Santo, cuando volverá a salir a las calles mirobrigenses dentro de la procesión de La Carrera.