El portugués Victor Oliveira Mateus y el brasileño Clauder Arcanjo suman sus versos a la antología del XX Encuentro de Poetas Iberoamericanos
Tanto el lisboeta Victor Oliveira Mateus, recientemente reconocido en el Ayuntamiento como Huésped Distinguido de Salamanca, como el brasileño Clauder Arcanjo, que vive en la ciudad de Mossoró, en el Estado de Rio Grande do Norte, quisieron sumarse desde un principio a la antología 'Explicación de la derrota', donde se compila un amplio homenaje al poeta salmantino Aníbal Núñez. Y lo hicieron tras conocer los versos de este notable poeta fallecido en 1987.
Hacemos conocer los dos textos de homenaje, en portugués y en castellano, con traducción de Alfredo Pérez Alencart, colaborador de SALAMANCArtv AL DÍA.
Victor Oliveira Mateus (Lisboa, 1952). Premio Eugénio de Andrade, otorgado en 2013 por la Unión Brasileña de Escritores. Licenciado en Filosofía por la Universidad Clásica de Lisboa, poeta y antólogo. Fue profesor de Filosofía y de Psicología. Tiene publicados nueve poemarios, entre los que destacan Nas águas a luz suspensa (1998), Movimento de ninguén (1999), A noite e a voz (2001), Pelo deserto as minhas mãos (2004), A irresistível Voz de Ionatos (2009), Regresso (2010), Gente de Dois Reinos (2013) y Negro Marfim (2015). Tiene poemas, cuentos y ensayos dispersos publicados en Portugal, Brasil, España, Mozambique, México, Italia y Macao.
INSTANTES Y PERMANENCIA
Que me traigan el humo dijo Ciro
y le trajeron todas sus victorias
Aníbal Núñez, Pebetero
Nada queda del viejo olivar de mi infancia
ni del blanco de los almendros que cercaban
la mudez intacta de mi primera casa
No volveré a iluminar, con trémula y delicada
luz de aceite, las intermitencia de ese corazón
siempre dividido entre el querer y la cobardía.
No más tejeré aquella música antiquísima,
que, en vibrantes rutas consteladas,
te indicaba la fuga a todos los naufragios.
Me queda (tan solo) esta lucha contra instantes que no
existieron, esta inagotable fidelidad a todo un azul
celeste, que suaviza el campo de la batalla, que graba
-en caracteres de humo- la explicación de la derrota
INSTANTES E PERMANÊNCIA
Que me traigan el humo dijo Ciro
y le trajeron todas sus victorias
Aníbal Núñez, Pebetero
Nada resta do velho olival da minha infância
nem do branco das amendoeiras que cercava
a mudez intacta da minha primeira casa.
Não voltarei a iluminar, com trémula e delicada
luz de azeite, as intermitências desse coração
sempre dividido entre o querer e a cobardia.
Não mais tecerei aquela antiquíssima música,
que, em vibrantes constelações de rotas,
te acenava a fuga a todos os naufrágios.
Fica-me (apenas) esta luta contra instantes que não
existiram, esta inesgotável fidelidade a todo um azul
celeste, que suaviza o campo da batalha, que grava
? em caracteres de fumo ? a explicação da derrota.
Clauder Arcanjo (Ceará, Brasil, 1963), es poeta, narrador, cronista, editor y crítico literario. En 2003 recibió la mención honrosa del Premio de Poesía Luís Carlos Guimarães. Entre sus libros publicados están: Licânia (Cuentos, 2007); Lápis nas veias (Cuentos breves, 2009); Novenário de espinhos (Poesía, 2011); Uma garça no asfalto (Crónicas, 2014), Pílulas para o Silêncio (Píldoras para el Silencio, Aforismos, edición bilingüe traducida por A. P. Alencart, 2014), Cambono (Novela, 2016) y Separaçao (Cuentos, 2017). Es miembro de la Academia Mossoroense de Letras (AMOL), del Instituto Cultural del Oeste Potiguar (ICOP), de la Academia Masónica de Letras de Río Grande do Norte (AMLERN), y socio correspondiente de la Academia Paranaense de la Poesía (APP). Con su editorial Sarau das Letras, radicada en Mossoró (Estado de Rio Grande do Norte) ha publicado más de 140 títulos en una década.
CAMPANAS DE ESPINAS
Al arrancar un cardo
me he manchado de plata.
("Otoño", de Aníbal Núñez)
Las espinas que traigo conmigo
Fístulas endurecidas
De una nostalgia que no muere
Ni mata, tan solo castiga
Las campanas que habitan conmigo
Resuenan insomnes en torres mil
De una Licânia que no desaparece
Ni fenece, tan solo martiriza
Si intento arrancarlas, espinas y campanas
Pobre destino, me veo manchado de nada.
SINOS DE ESPINHOS
Al arrancar un cardo
me he manchado de plata.
("Otoño", de Aníbal Núñez)
Os espinhos que trago em mim
Fístulas endurecidas
De uma saudade que não morre
Nem mata, apenas castiga
Os sinos que habitam em mim
Badalos insones em torres mil
De uma Licânia que não desaparece
Nem fenece, apenas martiriza
Se tento arrancá-los, espinhos e sinos
Pobre sina, vejo-me manchado de nada.
Fotos de Jacqueline Alencar y José Amador Martin