Si en 2011 publicó en Coimbra 'Margems de um mundo ou Mosaico lusitano', ahora "este libro es una dulce intromisión en los aledaños del océano y en los intersticios de la mejor poesía", según el madrileño Manuel Quiroga Clérigo
Posiblemente el mar sea la mayor sorpresa para quienes viven en los mundos interiores. Pero también para quien naciera en la Amazonía peruana. O sea, resumiendo, el mar forma parte del mundo de las fantasías, sobre todo, para quienes escriben poemas y son capaces de sumergirse en los azules perfectos y en los horizontes imprescindibles.
Ese es el caso del gran activista cultural y apasionado universitario que es Alfredo Pérez Alencart, curiosamente profesor de Derecho del Trabajo, además de haber sido Secretario de la Cátedra de Poesía "Fray Luis de León" y de ser el coordinador, durante dos décadas, del Encuentro de Poetas Iberoamericanos, que permite el paso por la ciudad y la universidad salmantina a importantes creadores de ese mundo inmenso que es Iberoamérica.
Pero si además se vive en Salamanca y se mantienen afinidades culturales, poéticas y geográficas con ese espacio abierto, entrañable y (casi) infinito que es Portugal y todo el mundo ibérico, está claro que asomarse al mar es una obligación y, por lo tanto, un claro motivo para escribir o soñar ante ese cúmulo de certidumbres lleno de barcos, gaviotas, nostalgias, memoria. Así llegamos a un agradable poemario titulado "Ante el mar, callé", del mencionado Pérez Alencart y en pulcra y elegante traducción a la lengua lusitana de Eduardo Aroso y gracias al ánimo y estímulo del poeta Victor Oliveira Mateus y del editor João Artur Pinto, con la denominación de "Em frente do mar, emudeci" (Editora Labirinto, Fafe, 2017).
En el poema final leemos: "Tantas imágenes/ para descrifrar por mucho tiempo": "Tantas imagens/ para decifrar em tanto tempo!". Y después de la escueta biografía y referencias del autor una sencilla reflexión. "Y oigo plegarias del Atlántico/ hasta que se humedecen los ojos" ("E ouço oraçoes do Atlàntico/ até que os olhos me humedecen"). Ahí está el autor, el poeta a orillas de un Océano apacible que, precisamente, trae recuerdos de la estampa que rodea la casa de Pablo Neruda en Isla Negra.
El poeta viaja con su familia a Figueira da Foz y hace incursiones, o paseos, por lugares tan pintorescos como Buarcos, Cabo Mondego? Y así van naciendo los 21 poemas que hacen posible esta edición. "No sólo el mar: también el Amor. No sólo la ciudad y paisaje que la completa: también lo más íntimo, lo que es jardín sellado y no se desvanece. No sólo Portugal, también algún lazo con Salamanca y Perú. No sólo?". La sombra de autores como Pessoa, Miguel Torga, el fado y sus recordadas intérpretes como Amalia Rodrigues y todos los paisajes de ese universo tan cercano y, por ello, tan desconocido viven en las páginas del poemario. Es, concretamente, Alberto Caeiro el brillante heterónimo pessoano quien escribía: "Mi mirar es azul como el cielo/ Sereno como el agua al sol/ Es, así, azul y sereno?".
Esa misma serenidad aparece en los versos de Alencart, así que vamos al poema VII de su libro:"Extenso río portugués,/ Mondego de cuyo caudal no hago cálculos./ ¡Te saludo porque repartes vida en la lejanía por esta desembocadura!/" Te saludo porque favorable te ha sido el viaje" = "Extenso rio, portugués,/ Mondego, de cujo caudal nâo faço cálculos./ Saúdo-te porque repartes vida em lugares distantes e por este desaguar/ Saúdo-te porque favorável ten sido a viagem!"
Pero en una lectura detenida advertimos la hermandad de ambos idiomas, además del paralelismo de la historia de ambos países, de lo cual hablaba con cierta complacencia José Saramago. En ese mismo poema hay un verso que se escribe casi exactamente en ambas lenguas: "¡Oh rio que das de beber a todos!".Y es que disfrutar de un pasado común crea lazos en los poetas, en los artistas y en la gente de la calle. De ahí la alegría que supone el acercarse a países de una Europa abierta heredera de Roma y poseedora de culturas similares tanto en lo gramatical como en los ámbitos de los pensamientos y en la versatilidad de los poetas.
Alencart penetra en el mundo lusitano como si estuviera en su casa, seguramente disfrutando de sus músicas, alimentos y buen vino. Todo ello se cocina en la mente del reflexivo creador y posibilita libros como éste. Ya en "Inscripción", en las primeras páginas, se nos dice: "La vida? Los afectos? Las referencias? Los merodeos? Y el mar que no se fatiga de volver" ("A vida? Os afectos? As refèrencias? Os roubos? E o mar que nâo se cansan de regresar"). Ya de ahí parte ese cúmulo de inspiraciones, ese sortilegio de encendidas estrofas que nos permiten vivir un mundo, no sólo marino, repleto de intuiciones, de vivencias, de aire limpio, como cuando aparece en lontananza "(Torga, Miguel)/ Por Buarcos passeia, sem outros/ luxos que nâo seja o seu/ antiguo olhar montanhoso"). ¡Qué viaje delicioso al infinito del mar, al espacio abierto de la mirada, a la concupiscencia con la naturaleza más exaltada!
Penetrar en estos espacios de cercanías y de delicado placer es parte de la labor del poeta, de su esplendor ante esos territorios de la hermandad y la existencia: Veamos: "Começa a chuva/ quando elejo o camino do retorno", la traducción a cargo del lector, ¡es tan fácil! Resulta enternecedor pasear por las ciudades portuguesas, por la playa de la Claridad, por el inmenso universo de lo portugués y escuchar la musicalidad de unas voces hermosas, abiertas a la claridad y la inspiración. De ello nos da cumplida muestra esta poesía, igual que los versos de Ricardo Reis, Álvaro Campos. Portugal es la aventura, la serenidad. Y digo: ¡Mirad el Duero separando o uniendo los dos países, esas rúas de Olivenza todavía rezumando lusitanismo!
Bueno, pues ahí está la poesía de Alfredo Pérez Alencart y eso es este poemario titulado "Ante el mar, callé" que, al revés, supone una dulce intromisión en los aledaños del océano y en los intersticios de la mejor poesía. Como muestra una delicada estrofa: "Asumo sueños en la densidad de mi frente viva", donde una nueva aventura poética nos permite disfrutar de la mejor poesía.
Manuel Quiroga Clérigo
Majadahonda, 6 de noviembre de 2017
Ficha técnica
"Ante el mar, callé / Em frente do mar, emudeci"
Editora labirinto, Fafe, Portugal, 2017, pp. 76
Traducción de Eduardo Aroso
Ejemplares en Salamanca: Letras Corsarias
Fotografías de Jacqueline Alencar