“Mi corazón está en España y mi profunda nostalgia está unida a ella como una herida que no...

Palabras pronunciadas por Lilliam Moro en el Teatro Liceo de Salamanca, el 25 de octubre, durante la ceremonia incorporada a la jornada inaugural del XX Encuentro de Poetas Iberoamericanos:

Excmo. Ayuntamiento de Salamanca y Salamanca, Ciudad de Cultura y Saberes; doña Pilar Fernández Labrador; distinguidos miembros del jurado del IV Premio Internacional de Poesía que lleva su nombre, Asociación de Mujeres en Igualdad: una palabra a veces no basta para expresar toda la carga emotiva que se quiere transmitir, pero siempre he creído que no hay vocablos gastados por su continuo uso, porque debe existir una semántica más abarcadora detrás de la semántica inmediata, y ese sentido superior es el que tratamos de encontrar los que escribimos poesía. En este caso la palabra que elijo es GRACIAS

Cuando desde la Sala de la Palabra el sábado 1 de abril doña Pilar Fernández Labrador me comunicó por teléfono que mi poemario Contracorriente había sido el seleccionado como ganador por el jurado, mi sorpresa se convirtió en inmediato agradecimiento. Sé lo difícil que es elegir un libro entre muchísimos que participan en un concurso, y sé también que esa elección no está exenta de cierta angustia honesta. El honor que me ha sido concedido no es una satisfacción para el ego, sino un acicate para seguir escribiendo movida por la responsabilidad ante el complicado momento que nos ha tocado vivir.

Quiero expresar un especial reconocimiento a doña Pilar, Dama de la Cultura Salmantina, a doña Carmen Ruiz Barrionuevo, catedrática de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Salamanca, por su generoso y laborioso prólogo a mi poemario; a Miguel Elías por su pintura del Quijote y la ilustración de la cubierta de mi Contracorriente, y al poeta Alfredo Pérez Alencart, por su incansable trabajo para lograr que la ciudad de Salamanca y la Poesía estén íntimamente unidas. Asimismo le doy mi enhorabuena a la poeta boliviana Paura Rodríguez Leytón, por el accésit a su poemario Pequeñas mudanzas.

Dijo mi admirado poeta inglés T.S. Eliot, en un memorable verso de La tierra baldía, que "Abril es el mes más cruel", pero para mí ha sido siempre una primavera esperanzadora, porque en ese mes en el año 2004 se le concedió en Madrid el Premio a mi novela En la boca del lobo, y ahora en 2017, en Salamanca, a mi poemario Contracorriente.

A Cuba, mi tierra natal, me une no solo la raíz sino la responsabilidad que conlleva la indignación por imperativo categórico, pero en España han transcurrido las dos terceras partes de mi vida. Los avatares del destino me han llevado a residir estos últimos años en Miami, Estados Unidos, país de acogida, pero mi corazón está en España y mi profunda nostalgia está unida a ella como una herida que no cierra pero que tampoco quiero que cierre.

Muchas gracias.