‘Cars 3’ y ‘Señor, dame paciencia’, esta semana en el Cine Juventud
CIUDAD RODRIGO | Cada una de las películas ocupará una de las franjas habituales de programación
CARS 3 (Estados Unidos, 2017)
Del viernes 21 al miércoles 26 de julio a las 20.15 horas. Sábado 22 y domingo 23, también a las 18.00 horas.
La primera propuesta de la semana en el Cine Juventud es la tercera entrega de la saga de animación y aventuras Cars, en la que se presenta cómo el legendario Rayo McQueen queda relegado repentinamente del deporte que tanto ama tras verse sorprendido por una nueva generación de corredores ultrarrápidos.
Para retomar su carrera, Rayo McQueen va a necesitar la ayuda de una joven mecánica de carreras, Cruz Ramírez, que tiene su propio plan para ganar, además de la inspiración del fallecido Fabuloso Hudson Hornet y un par de giros inesperados. Para probar que Rayo McQueen no está acabado, pondrá a prueba su valía en el gran circuito de la Copa Piston.
SEÑOR, DAME PACIENCIA (España, 2017)
Del viernes 21 al miércoles 26 de julio a las 22.45 horas.
La otra propuesta de la semana es la comedia española Señor, dame paciencia, que está llena de rostros conocidos como Rossy de Palma, Megan Montaner, Andrés Velencoso, Eduardo Casanova, Jordi Sánchez, Silvia Alonso, Paco Tous, Salva Reina o David Guapo.
La película narra la historia de Gregorio, un banquero muy conservador, muy del Madrid y muy gruñón, cuya mujer fallece repentinamente, viéndose obligado a cumplir su última voluntad: pasar un fin de semana con sus hijos y sus parejas en Sanlúcar de Barrameda para esparcir sus cenizas en el Guadalquivir.
Sin embargo, el panorama es poco halagüeño para Gregorio: su hija Sandra está casada con un catalán muy culé que quiere llevar a su hijo a un colegio bilingüe catalán-inglés en Barcelona; su hija Alicia está saliendo con un hippy anti-sistema; y su hijo Carlos, con el que lleva seis meses sin hablarse desde que salió del armario, se presenta con su novio, un vasco de origen senegalés.
El viaje a Sanlúcar pondrá a prueba la tolerancia y la capacidad de perdonar de una familia tan disfuncional como cualquier otra, teniendo que aprender a aceptarse los unos a los otros, con sus virtudes y defectos.