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Grafitero, no; “kacker” de edificios
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Grafitero, no; “kacker” de edificios

Actualizado 30/05/2017
Fernando Robustillo

Semanas atrás saltó la noticia de que la Policía salmantina había detenido al conocido grafitero MEAS. Era una de esas noticias a la que deberíamos haber dado el destino que merecen ese tipo de curiosidades, o sea, pasar página. Pero no fue así, primero p

Grafitero, no; “kacker” de edificios | Imagen 1Lo primero que siempre nos llamó la atención de las pintadas de dicho grafitero era su exacerbado egocentrismo, ya que cualquier otro sitúa su firma como tradicionalmente se hizo siempre, abajo y a la derecha de la obra, pero para semejante "artista" la totalidad de la obra era pura y simplemente plantar su firma de manera voluminosa. Y ante tamaño acaparamiento, nos dio por dudar de que aquello fuera su firma.

Comenzamos a divagar para ver si las siglas encerraban algún matiz político y lo encontramos: M, de Mariano; E, de Errejón; A, de Albert, y S, de Sánchez. O sea, MEAS. ¡Qué tío! Puede que se enfade Pablo, pero en la "guerra fría" un mensaje cifrado de esta manera hubiera significado un lenguaje en clave con mucha astucia.

Grafitero, no; “kacker” de edificios | Imagen 2¿Pero para qué? ¿Para qué tanto esfuerzo si nadie iba a entender ni el motivo ni la razón? Borren lo anterior, que servidor tiene mucho respeto por lo que escribe y a esto no le vemos sentido. Este tipo se estaba quedando con nosotros o quizá sufra algún tipo de trastorno. Y si era esto último, debería ser por alguna causa. Comenzamos a analizar los trazos de las letras y en ellos encontramos el mundo de las "play station", ese alarde tipográfico de letras como espadas. Tomamos dicho camino y nos fuimos a la búsqueda de otro significado. Así, M podía ser de Mazinger; E, de Spiderman (sonido); A, de Araña; y S, de Superman. Podía ser. ¡Quién sá!

Hasta aquí habían llegado nuestras cavilaciones acerca del tal MEAS, todo hasta que fue detenido, y como las interrogaciones a dicho individuo habrán quedado en el secreto policial y judicial, a nosotros no hace falta que nos las cuenten, que nuestra preocupación era monumental (de suciedad de monumentos) y, si ha incumplido estas reglas y le piden cuentas, esa preocupación ha desaparecido; el aspecto psicológico del "artista" entra en otro mundo y ahí, sinceramente, le deseamos lo mejor.

Aunque no está de más que hablemos del perfil del grafitero, y ¡ojo!, nos referimos a este perfil de grafitero, desatado y sin control, que no es ni mucho menos el pintor de murales del Barrio del Oeste de nuestra capital salmantina. Pero como el problema de los grafitis es mundial -a veces son auténticas obras de arte y otras mamarrachadas-, sentados ante el televisor, atentos a un programa de una televisión americana, casualmente entrevistaron a la novia de un grafitero, y les adelantamos que las respuestas no tienen desperdicio.

Grafitero, no; “kacker” de edificios | Imagen 3Para su chico aquello era como una adrenalina. Una necesidad que a veces le llegaba a las tres de la madrugada y ella no tenía ningún método posible (¡!) para hacerle desistir. Con cubo y brocha en ristre, salía a burlar lo prohibido; siendo la mejor respuesta de su novio que "era un artista y para eso no existía tratamiento". Lo suyo era pintar rápido y después salir al límite cuando la voz del amigo decía "policía", algo impagable. Aunque impagables también eran las multas de aquella adicción, que ya le habían llevado a cumplir dos meses de cárcel.

Lo de su chico todo comenzó por apuestas y estímulos de admiración y fama entre los amigos, que se extendía a otros ámbitos con algún que otro trabajo legal de encargo. Pero ella poco podía hacer por alguien al que había conocido con ese gusanillo cuando salió de casa de sus padres. Además, era buena persona y según ella él no se consideraba un grafitero, sino un artista "kacker" de edificios que buscaba un buen trabajo de lo suyo. Aunque también señalaba que no pintaba igual con la carga de tensión encima que con la protección de una mampara. Lo suyo era la tensión.

¡No sabemos qué será lo del MEAS!

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