La Diócesis deja su huella misionera recibiendo a un sacerdote que estuvo 35 años en Uganda
CIUDAD RODRIGO | La celebración contó con muchos jóvenes, la mayoría alumnos del Seminario Diocesano
La Delegación de Misiones de la Diócesis de Ciudad Rodrigo celebró en la tarde sabatina, en este caso en la Parroquia de El Salvador, la clásica Vigilia de la Luz en la víspera de la conmemoración por parte de la Iglesia Católica del Domingo Mundial de las Misiones (Domund).
La celebración contó con la destacada presencia del Padre Lázaro, un sacerdote natural de Navarra que estuvo como misionero durante 35 años en Uganda. El Padre Lázaro fue el encargado de leer el Evangelio, tomando la palabra a continuación para relatar algunos aspectos de su labor misionera, por ejemplo que estuvo cinco años con una tribu de pastores nómadas a la que no habían llegado todavía los misioneros.
Según explicó, en África la gente vivía con miedo a los demonios y a los espíritus, y cuando conocieron a Jesucristo "les liberó del miedo y les dio paz". En su intervención también expuso que "si conociéramos el amor de Dios no habría tanta corrupción".
La Vigilia contó con la asistencia de un buen número de jóvenes, entre los que estuvieron los alumnos del Seminario Diocesano y los cantores de la Parroquia de San Cristóbal y de la Providencia.
Éstos animaron el acto con varias canciones, que se intercalaron con los diversos gestos: una procesión de velas de colores (una por continente) de los alumnos del Seminario, el rezo de la oración del Domund de este año, la proyección de un vídeo, una serie de peticiones, y el canto del Padrenuestro. Durante el mismo los fieles que quisieron pudieron colocar huellas en un mapa de los continentes con diferentes flechas desde España a los mismos.
La celebración fue presidida por el Obispo Raúl Berzosa, quién en el tramo final expresó su "enfado" por el mapa, al no reflejar "los que han tenido que salir forzados de su tierra, por guerras, etc.", hablando asimismo por ejemplo de los jóvenes que tendrán que emigrar de la tierra mirobrigense por falta de oportunidades laborales en la zona.
Concluida la celebración, y al salir de la Iglesia, el Padre Lázaro y el Obispo hicieron entrega a los fieles de unas huellas donde el Obispo invitó a poner el nombre de una persona "para que sea misionera".