Hubo tiempos mejores

ANSELMO SANTOS

Un año más (afortunadamente para mí) el día 15 de agosto; andaré inmerso en la pasión por la caza deportiva, que comencé junto a mi padre cuando tenía ocho años de edad. Fue allá por "Las Navas" sitas en el singular pueblo de El Cerro, rayano con la provincia cacereña y aledaño a Béjar. Caza que aún continuo practicando cuando acabo de cumplir ochenta y dos años de edad? ¡Toda una larga singladura!

Y, la pregunta que ahora alguien tenía que hacerme sería? ¿Y mereció la pena?

Y yo contestaría con un rotundo: ¡Sí! Mereció la pena; pues siempre he mantenido que: "Tal vez, la agilidad de que hoy disfruto a mi edad, sea debida a las muchas horas que pasé en campos de barbechos, en particular de mis queridos espacios abiertos de la comarca peñarandina, Villaflores, Poveda de las Cintas, Cantalpino y Gargabete en Salamanca. Y de tantos recuerdos acumulados en esta práctica, con buenos amigos cazadores, muchos ya desaparecidos en el camino de la vida; personas inefables con los que platiqué de lo 'divino y humano', unas veces sentados en el vallado de un frondoso prado, otras a refugio del cierzo en la solana de una caseta solitaria, también a la lumbre de leña de un aprisco mientras fuera, los 'chupateles' de hielo en las bocanas de las tejas, se deshelaban lentamente? Sí? ¡Mereció la pena!

Y ahora alguien tendría que preguntarme: "¡Y la caza deportiva en este trascurrir, ¿ha mejorado o empeorado?". Y yo tendría que contestar rotundamente: "Ha empeorado hasta límites de extinción". Y, añadiría: no solamente la caza con perro por delante de la codorniz y perdiz que son objeto de nuestras ansias cazadoras, sino por el sentimiento profundo por la desaparición de otras especies de los campos, especies que alegraban la vista y el oído: Las alondras 'cucuruchonas', los alcaravanes, los sisones, los cucos, las avutardas y hasta las 'pegas' o urracas y las hormigas? sí las hormigas. Todas están desapareciendo de los campos, pues según muchos expertos, todo por las necesidades de una civilización insaciable como la actual y los métodos agresivos de los cultivos actuales, y? ¡Ahí lo dejamos!

Apertura sin codornices

En el año 1989 escribí un artículo-carta dirigido a mi nieto Alberto, cuando apenas tenía tres años de edad. Aquel artículo fue premiado en su momento y en el trascurrir del mismo, le decía: "(?) No puedo predecir cómo será tu caza, Alberto, no sé si será peor o mejor que la que práctico ahora y que ya me cuesta tanto trabajo hacer, pero sí puedo asegurarte, sin temor, que en todo caso será muy distinta".

¡Y, tan distinta!, pues el próximo 15 de agosto se abre la veda de la caza de la codorniz en nuestra provincia y? ¡no hay codornices! Antes, los campos eran un paraíso de codornices?, vamos, dabas una patada a una gavilla de mies recién segada y salían 50. Ahora, salvo en sitios puntuales, el cazador que consiga una percha de 6? es como mínimo ¡capitán general! De dónde el titular de este artículo: ¡Hubo tiempos mejores!, y añadiría? ¡mucho mejores!... Y termino con un dato histórico singular: documento número 173 del archivo municipal de Salamanca. Real Célula de Doña Juana (La Loca) sobre vedas de Caza y Pesca:

"Por la que manda que en esta ciudad de Salamanca y su tierra se observe una Ley establecida por el Rey Don Enrique, su abuelo y en la que se dispone se guarden los tiempos de veda, de caza y pesca señalados. Está dada en Burgos a 15 de mayo del año del Señor de 1502. Lo firma el Rey Fernando."

Y todo porque no se respetaban: Los tiempos en que las liebres estaban preñadas y las aves en la "ovada", practicándola de igual modo en la nieve. Quien contraviniese lo mandado incurrirá en multa, estipulada en maravedíes.