Varios perros vagan desde hace unos días con alto riesgo de provocar accidentes

Desde hace al menos dos semanas están vagando por las vías públicas de Ciudad Rodrigo varios perros sueltos, destacando entre todos tres galgos, que han estado a punto de causar varios accidentes.

Como han podido comprobar numerosos conductores, estos perros se mueven principalmente por la zona de la travesía Clemente Velasco y por la Nacional 620 (se han llegado a refugiar por las noches en alguna de las viviendas en ruinas del Arrabal del Puente), aunque en su movimiento continuo por las calles también han aparecido incluso por la Plaza Mayor.

Como decíamos, el principal problema de que estos perros vaguen por la vía pública es la forma que lo hacen, siendo muy problemáticos para los conductores, algunos de los cuales han tenido que esquivarlos in extremis (por ejemplo durante el fin de semana varios conductores tuvieron que frenar para no llevárselos por delante en la Nacional 620).

La situación de 'libertad' de estos animales llega al punto de que, según apunta un lector que se ha puesto en contacto con Ciudad Rodrigo Al Día reclamando que se tomen medidas para recoger a los animales, "el otro día un galgo estaba montando a una galga en mitad de la Nacional".

Además del riesgo en sí de sufrir un accidente, este lector resalta que si un conductor sufre un golpe contra uno de estos animales, lo más probable (porque no parece que tengan microchip) es que los daños en el vehículo los tenga que abonar el propio conductor.

Hay que recordar que, desde el pasado mes de enero, a la hora de dar parte de un animal suelto o abandonado en la vía pública, hay que llamar al Ayuntamiento (a través del teléfono de la Casa Consistorial en horario de oficina, o fuera de ese horario, llamando a la Policía Local), que a su vez dará parte a la Diputación de Salamanca, que se pondrá en contacto con la protectora de animales que se encarga de prestar el servicio de recogida de los animales en toda la provincia.

Hace unos días, un integrante de los cuerpos de seguridad de Ciudad Rodrigo apuntaba la "dificultad" de poder llegar a retener en un espacio, por sus características, a los galgos, para poder proceder a su recogida.