"La firma salmantina combina el legado familiar con la innovación en productos como las cremas de queso curado y el Ibérico Tostado. Su ubicación en el Parque Natural de Las Arribes del Duero resulta determinante para la calidad de sus productos"
En un mercado agroalimentario donde lo industrial tiende a homogeneizar los sabores, el valor del origen y el respeto por los tiempos de maduración se erigen como los verdaderos elementos diferenciadores. Esta es la filosofía que define a García Filloy, una empresa familiar que ha sabido mantener el equilibrio entre la herencia recibida y la necesaria adaptación a los nuevos hábitos de consumo, todo ello sin abandonar su enclave natural único en la provincia de Salamanca.
Desde sus instalaciones en La Fregeneda, la compañía ha consolidado un modelo de producción que prioriza la calidad de la leche de oveja autóctona, apostando por elaboraciones que respetan la esencia del producto mientras exploran nuevas texturas y formatos.
La trayectoria de García Filloy es el relato de la evolución del sector quesero en la provincia. Fundada en 1956, la empresa acumula más de sesenta años de experiencia transmitida a través de tres generaciones de maestros queseros. Lo que comenzó como una pequeña producción artesanal ha experimentado un crecimiento exponencial fruto del compromiso y el deseo de progresar de la familia.
Actualmente dirigida por Ángel García García, representante de esta tercera generación, la firma ha transformado sus capacidades productivas sin renunciar a su identidad y ha convertido a García Filloy en una fábrica quesera de referencia en la zona.
La empresa se encuentra inmersa en un proceso de modernización de sus instalaciones, enfrentándose a una nueva dimensión tecnológica. No obstante, el objetivo permanece inalterable: mantener la esencia del proceso de elaboración y curación tradicional, preservando los valores fundacionales de la marca.
La ubicación no es un detalle circunstancial para esta firma; forma parte indisoluble de su ADN y de la calidad final del producto. La quesería se emplaza en un entorno privilegiado, situado en pleno corazón del Parque Natural de Las Arribes del Duero. Según destaca la propia familia Filloy, cuentan con "un patrimonio cultural ecológico brutal".El entorno de La Fregeneda “es uno de los pilares de nuestra identidad. El enclave en pleno Parque Natural de Las Arribes del Duero es determinante para la calidad de la leche y del queso”, explican.
Este enclave geográfico define la materia prima desde el origen. La elaboración se inicia con la obtención de leche natural de ovejas que pastan en los campos de las Arribes. Se trata principalmente de razas autóctonas de Castilla y León, concretamente oveja churra y castellana. Los ganaderos locales continúan alimentando su ganado con pastos naturales, una práctica tradicional que garantiza una materia prima de la máxima calidad y garantía.
El vínculo con el territorio demuestra que el lugar donde se desarrolla la actividad es tan importante como el proceso de manufactura, aportando a los quesos de La Fregeneda un sabor "artesanal, natural y vivo".

La firma García Filloy ha consolidado su posición en el mercado manteniendo una filosofía clara tras décadas de trayectoria: aunque su catálogo ha sabido evolucionar y adaptarse a los nuevos tiempos, el queso de oveja es la esencia inamovible de la casa. Según explican desde la propia empresa, este producto no es solo una referencia más, sino que constituye "nuestra razón de ser y el centro de nuestra producción", actuando como el auténtico corazón que bombea vida al resto de sus propuestas gastronómicas.
Especializada tradicionalmente en la fabricación de queso castellano elaborado a partir de leche cruda, la marca ha perfeccionado un proceso de elaboración meticuloso que respeta los tiempos y la materia prima. El resultado final llega al consumidor con una variedad de terminaciones que denotan su carácter artesanal: desde la corteza natural hasta las variantes con pimentón o corteza oscurecida. Esta dedicación al ovino es el núcleo desde el que orbitan el resto de sus creaciones.
Sin perder de vista su origen, el catálogo de García Filloy se ha diversificado para incluir otras variedades que responden a la demanda actual, como los quesos de cabra o los de mezcla. En este apartado destaca especialmente el queso mezcla tostado, un producto que se ha convertido en una tendencia clara en el mercado.

Alrededor del núcleo que forma el queso de oveja, la empresa ha desarrollado una línea de productos complementarios que buscan la excelencia gastronómica. Fruto de la experiencia acumulada, han lanzado una gama de cremas de queso cuya base fundamental sigue siendo el queso curado de oveja de alta calidad. Para lograr una textura y personalidad propias, el responsable de la firma ha revelado que añaden a la mezcla "un ingrediente que lo destaca", un secreto de la receta familiar que otorga un carácter único al producto.
Asimismo, García Filloy ha apostado por la revalorización del requesón de oveja, un derivado lácteo que vive actualmente una "segunda juventud". Obtenido mediante un proceso natural durante la ebullición —donde la parte sólida restante tras la evaporación del agua conforma el producto—, el requesón ha dejado de ser visto como un alimento del pasado. Gracias a su versatilidad y propiedades nutricionales, su consumo se ha extendido desde los canales especializados hasta las líneas de supermercado, demostrando que en García Filloy la tradición es capaz de marcar tendencia.
Quesos García Filloy ha consolidado su prestigio en la reciente edición de los World Cheese Awards celebrada en Berna (Suiza), donde ha cosechado dos nuevas medallas. El jurado ha otorgado el Oro al Mezcla Tostado Ibérico y el Bronce a la variedad de Oveja Viejo, reconociendo la excelencia de estas piezas amparadas por la marca de garantía Queso Castellano.
Estos galardones, cuyo fallo se dio a conocer el pasado 14 de noviembre, refrendan una temporada excepcional para la marca dirigida por Ángel García. El mismo queso premiado con el oro en Suiza, el Mezcla Tostado Ibérico, ya había logrado este verano dos estrellas en los Great Taste Awards, certamen considerado como los 'Oscar' de la alimentación. Los expertos destacaron entonces su "perfil de sabor complejo y equilibrado" y la perfecta integración de las tres leches, consolidando al producto como uno de los grandes embajadores de las Arribes del Duero.
Con estos reconocimientos, la quesería familiar reafirma una trayectoria internacional que no ha dejado de crecer en los últimos ejercicios. El palmarés de 2025 se suma al éxito rotundo de la edición anterior de los World Cheese Awards en Viseu (Portugal), donde obtuvieron tres medallas, y a la plata lograda en Gales en 2022. Una constancia que, según ha manifestado su artífice, premia el trabajo tradicional y pone en valor la materia prima de calidad de la provincia de Salamanca ante los paladares más exigentes del mundo.
Ubicados en La Fregeneda (Salamanca), quienes estén interesados en conocer sus productos o adquirirlos pueden ponerse en contacto con ellos a través del teléfono 923 52 11 1, del correo electrónico quesosfilloy@gmail.com o de su página web https://quesosfilloy.com/.