La visita, guiada por un actor caracterizado como el escritor, recorre lugares emblemáticos como la Plaza Mayor, la Universidad y la Casa-Museo para ofrecer una inmersión práctica en su vida y obra
Alumnos de secundaria descubren estos días la profunda huella que Miguel de Unamuno dejó en Salamanca a través de una ruta guiada. La actividad, diseñada específicamente para un público joven, utiliza la teatralización como herramienta para conectar a los estudiantes con el legado del que fuera rector de la Universidad.
La iniciativa pedagógica, en la que han participado estudiantes de cuarto curso de la ESO de un centro educativo de la ciudad, busca trascender la enseñanza tradicional de la literatura. El objetivo es ofrecer una inmersión directa en los escenarios que inspiraron y acogieron a una de las figuras más relevantes de la Generación del 98.
El punto de partida del recorrido es la Plaza Mayor, un lugar cargado de simbolismo. Justo debajo del medallón que homenajea al escritor, los alumnos son recibidos por un guía caracterizado como el propio Unamuno, quien inicia una apasionante narración en primera persona sobre su vida y su intensa relación con la ciudad.
Esta aproximación vivencial permite a los jóvenes comprender de una forma más cercana y memorable el contexto histórico y personal del autor. La actividad se presenta como un complemento práctico y enriquecedor a los contenidos que los estudiantes abordan en el aula.
El itinerario está cuidadosamente diseñado para seguir un hilo cronológico y temático por los lugares más significativos de la estancia de Unamuno en Salamanca. Tras la introducción en la Plaza Mayor, el recorrido continúa por algunos de los siguientes enclaves:
Más allá del recorrido turístico, la actividad pone el foco en la trascendencia del pensamiento de Unamuno. A través de la narración teatralizada, se abordan no solo datos biográficos, sino también las ideas, conflictos y reflexiones que convirtieron al autor vasco en una figura clave de la historia intelectual de España.
Este formato didáctico permite que los conceptos estudiados en los libros de texto cobren vida. Al asociar el legado de Unamuno con espacios físicos y una narrativa personal, los organizadores buscan garantizar que la experiencia sea recordada por los alumnos, fomentando así su interés por la literatura y la historia local.