El pasado fin de semana, España vivió un evento inusual que dejó a millones sin electricidad durante varias horas. Aunque se trató de un apagón temporal causado por una combinación de factores técnicos en la red de suministro europeo, sus efectos se sintieron más allá de los hogares y las oficinas: el mercado de criptomonedas también se vio afectado, y los traders notaron varios comportamientos interesantes durante el llamado blackout.
El apagón tuvo lugar el sábado por la tarde y afectó principalmente a zonas del este y sur de España, incluidas regiones de Valencia, Murcia, Andalucía y partes de Madrid. Según Red Eléctrica Española, el problema se originó por una desconexión preventiva en la red de interconexión con Francia, lo que provocó una caída en cascada en el sistema eléctrico.
A nivel general, el servicio fue restablecido en pocas horas, pero el corte fue lo suficientemente largo como para tener un impacto visible en la actividad digital. Para los traders de criptomonedas, acostumbrados a operar 24/7, incluso unos minutos sin conexión pueden marcar una gran diferencia.
Una de las primeras cosas que notaron los traders de criptomonedas fue la disminución abrupta en el volumen de operaciones desde direcciones IP españolas. Plataformas como Binance, Kraken y Coinbase registraron una caída significativa en la actividad de usuarios españoles durante el apagón. Esta baja repentina fue especialmente notable en momentos de alta volatilidad del crypto trading, ya que coincidió con una leve corrección en el precio de Bitcoin.
Algunos traders con sistemas automatizados informaron que sus bots dejaron de ejecutar órdenes debido a la pérdida de conexión a internet o interrupciones en los servidores locales. Aquellos que dependían de señales en tiempo real o del trading manual también se vieron afectados, perdiendo oportunidades de compra o venta.
Otro efecto observado fue el aumento de los spreads —la diferencia entre el precio de compra y venta— en ciertos pares de criptomonedas. Con menos participantes activos en el mercado, especialmente en exchanges con alta participación europea, la liquidez se redujo, lo que provocó un mercado más “delgado”. Esto generó mayores diferencias entre ofertas y demandas, y algunos traders institucionales aprovecharon la situación para aplicar estrategias de arbitraje.
En plataformas como X (antes Twitter) y Telegram, los traders comenzaron a compartir capturas de pantalla de sus cuentas congeladas, errores en las API de sus bots o desconexiones abruptas de plataformas como MetaTrader o TradingView. El humor negro no tardó en aparecer, con memes que comparaban el apagón con un “mini apocalipsis” cripto. Sin embargo, también surgieron críticas hacia la falta de preparación ante eventos como estos, especialmente por parte de traders que perdieron dinero por no tener un plan de contingencia.
Aunque la minería de criptomonedas en España no es tan significativa como en otros países, algunos pequeños operadores domésticos también se vieron afectados. Equipos de minería GPU quedaron inactivos, lo que representa pérdidas por tiempo de inactividad y potencial riesgo para los dispositivos. Algunos usuarios reportaron daños en fuentes de alimentación debido a la interrupción repentina del flujo eléctrico, mientras que otros activaron sistemas de respaldo mediante baterías o generadores.
Este evento dejó varias lecciones importantes para la comunidad cripto en España:
El blackout en España fue un recordatorio de lo dependientes que somos de la infraestructura eléctrica y digital, incluso en actividades descentralizadas como el trading de criptomonedas. Aunque el impacto fue limitado y el mercado se recuperó rápidamente, el evento sirvió como una llamada de atención para traders, exchanges y operadores de nodos sobre la necesidad de tener resiliencia ante este tipo de interrupciones. Como siempre en el mundo cripto, la clave está en prepararse para lo inesperado.