Si hay una ciudad que no para de reinventarse, esa es Ciudad de México. En los últimos años, hemos visto un cambio importante en la forma en la que se vive, especialmente en la zona del centro urbano.
Lo que antes eran zonas exclusivas de oficinas, comercios o edificios antiguos, hoy están dando paso a otro tipo de edificios, como espacios residenciales modernos, más funcionales y mucho más adaptados a las necesidades actuales de muchos de nosotros.
Y claro, este cambio no ha ocurrido por casualidad. Las nuevas formas de trabajar, el auge del teletrabajo y la necesidad de estar cerca de todos los servicios que necesitamos, como el transporte y las zonas de ocio, han hecho que muchas personas empiecen a mirar departamentos amueblados en Ciudad de México.
Veamos algunas claves sobre lo que debemos tener en cuenta con este cambio.
Durante décadas, hubo muchas familias que se fueron alejando del centro de Ciudad de México buscando algo más de tranquilidad y de espacio. Sin embargo, hoy en día estamos viendo justo lo contrario.
Las zonas más céntricas de la ciudad se están llenando de vida de nuevo gracias a nuevos perfiles de inquilinos. Hablamos en muchos casos de jóvenes profesionales, nómadas digitales, emprendedores y también de familias pequeñas que valoran la posibilidad de vivir más cerca de todo.
Uno de los resultados de esta situación es que está mejorando la oferta residencial. En muchos casos, se están rehabilitando edificios antiguos, o se están construyendo nuevas viviendas con servicios incluidos para ofrecer soluciones más modernas de alquiler que respondan a esta nueva demanda.
Además, vivir en el centro ahora significa estar a un paso de museos, de galerías, de parques, de ciclovías, de tiendas y de una oferta gastronómica que no deja de crecer. Esta combinación entre vida urbana y comodidad es parte del atractivo que está impulsando esta transformación del centro de Ciudad de México.
Uno de los grandes avances a este respecto ha sido la forma en la que se diseñan estos nuevos espacios residenciales. Con los nuevos diseños ya no se trata solo de tener una cama y un techo.
Hoy en día, los inquilinos buscan viviendas amuebladas, con una buena conectividad a internet, con unas áreas comunes más agradables, con otros servicios como limpieza o mantenimiento incluidos, y, sobre todo, con una mayor flexibilidad.
Esta flexibilidad es clave. Ya sea que alguien venga por unos meses a trabajar a la ciudad o que necesite moverse constantemente por los proyectos en los que trabaja, poder alquilar un departamento sin compromisos largos es una gran ventaja.
Además, muchas de estas viviendas ya están listas para habitar, lo que les quita todo el estrés que conlleva el tener que amueblar una vivienda, decorarla o tener que preocuparse por contratar todos los servicios.
Por otro lado, también hay un cambio de mentalidad en muchas personas. Cada vez más personas priorizan más poder vivir una buena experiencia que vivir en una mejor propiedad. Esto significa que muchos prefieren alquilar departamentos bien ubicados con buenos servicios incluidos antes que comprar algo que implique compromisos a largo plazo o complicaciones de mantenimiento.
Otro factor que está impulsando este cambio de tendencia es la tecnología. Gracias a plataformas especializadas, ahora es mucho más fácil encontrar, reservar y gestionar un alojamiento desde cualquier parte del mundo.
En estas plataformas puedes ver fotos reales, leer las opiniones de otros inquilinos, comparar los precios y las condiciones de cada vivienda, incluso cerrar todo el proceso en solo unos minutos.
Estas herramientas también hacen que la experiencia de los inquilinos sea mucho más cómoda, ya que les permiten acceder a soporte 24/7, a gestionar los pagos del departamento de manera automática o hasta a solicitar otros servicios adicionales con solo unos clics.
Por otro lado, la tecnología también está ayudando a que los inquilinos vivan más seguros y cómodos, por ejemplo, con los sistemas de domótica o con las cerraduras inteligentes.
Este nuevo modelo de vivienda no solo es una buena noticia para los inquilinos. También acaba siéndolo para los propietarios que quieren rentabilizar más sus inmuebles. Al adaptar sus propiedades para este tipo de alquiler, les permite llegar a un perfil de inquilino mucho más constante, más responsable y, muchas veces, dispuesto a pagar un poco más por tenerlo todo resuelto.
Además, con la ayuda de las herramientas digitales que hemos mencionado anteriormente, gestionar una propiedad hoy es mucho más sencillo. En la actualidad, prácticamente todo se puede manejar desde una plataforma online, desde la automatización de las reservas hasta la programación del mantenimiento del departamento. Esto hace que los propietarios puedan ahorrarse tiempo y dolores de cabeza.
También vale la pena mencionar que muchos propietarios han empezado a optar por manejar diferentes opciones. Por ejemplo, muchos están optando por ofrecer sus viviendas tanto para estancias cortas como para estancias medias o largas, según la temporada.
De esta manera, los propietarios se están adaptando más a las tendencias del mercado y consiguiendo maximizar los ingresos.
Esta transformación de la que estamos hablando también está generando nuevas formas de comunidad. Muchos edificios residenciales en el centro ahora cuentan con espacios compartidos de coworking, con gimnasios o con cocinas comunes, lo que acaba fomentando la interacción entre los vecinos y crea un ambiente más social.
Esto puede resultar especialmente atractivo para quienes se mudan a la ciudad por primera vez o no conocen a muchas personas. Tener la posibilidad de conectar con otras personas en tu mismo edificio puede ser de gran valor.
Además, en una ciudad tan grande como Ciudad de México, el hecho de vivir cerca del trabajo, del transporte público o de tus lugares favoritos de ocio también puede mejorar mucho la calidad de vida. Esto hace que se gane tiempo para otras actividades, se reduzcan los gastos en traslados y se viva con menos estrés.
Como hemos podido comprobar, la transformación del centro urbano de Ciudad de México es un reflejo de los cambios que estamos viendo en la forma en la que vivimos y trabajamos.
Tanto si eres un inquilino que está buscando un nuevo departamento que se ajuste a tu estilo de vida, como si eres un propietario que está buscando rentabilizar tu propiedad, entender y adaptarse a esta nueva realidad urbana puede abrirte muchas puertas.