Las estrategias de e-salud como la telemedicina y los sistemas de información en el sector sanitario son uno de los principales problemas al que se enfrentan las generaciones de mayor edad, por la incapacidad de garantizar un acceso equitativo a los tratamientos de estos pacientes crónicos, que muestran dificultades en el entendimiento de las nuevas tecnologías.
Lucía Aceña Paniagua
Defensora de los derechos humanos
La pandemia ha supuesto la incorporación de más elementos tecnológicos en diferentes áreas de la vida social, entre las que se incluyen la atención médica y los cuidados. Sin embargo, el mayor uso de herramientas digitales ha exacerbado también las dificultades o la imposibilidad de acceso a los servicios en el caso de algunas personas. Los más afectados son los pacientes que presentan enfermedades crónicas y de mayor edad, pues la accesibilidad o la calidad de los cuidados han disminuido en tratamientos como la diabetes, hipertensión o EPOC (asma) con la digitalización de la atención primaria.
Este sector abarca a la población de 60 años o más, puesto que la mayoría de ella, concretamente más de un 80 %, llevaba a cabo las consultas de manera presencial. Este grupo generacional cuenta con mayores dificultades a la hora de acceder a internet por falta de habilidades digitales o simplemente no disponen de dispositivos tecnológicos. Esto desemboca directamente en un problema de acceso desigual a la atención sanitaria y al cuidado de salud, dejando desprotegida a una parte de la población.
Uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentan los pacientes es a la brecha digital (desigualdad en el acceso, falta de competencias para llevar a cabo su uso o el impacto de las Tecnologías de la Información en los grupos sociales), que incrementa las dificultades a la hora de acceder a la atención médica de manera segura. Esto es porque la complejidad tecnológica, la falta de entendimiento acerca de nuevas tecnologías y la terminología dificultosa para el paciente impiden su comunicación real y efectiva con los profesionales sanitarios, obstaculizando el acceso a los servicios digitales de salud. Otro desafío es la atención personalizada, pues hablamos de enfermos que necesitan en ocasiones un control presencial de sus tratamientos, ya que la monitorización de los mismos en ocasiones no resulta suficiente.
En la misma línea, encontramos el deterioro del seguimiento y la atención por una falta de información completa, puesto que los nuevos sistemas pueden no percibir la condición exacta del paciente, ya que hay situaciones en que el sistema tecnológico no puede percibir la complejidad del cuerpo humano, llevando así a una atención incompleta.
Analizando la forma en la que los pacientes crónicos interactúan con las nuevas tecnologías en la atención primaria encontramos varias evidencias. En primer lugar, a la hora de pedir cita, el 60 % de los pacientes crónicos acuden de manera presencial al centro, entre los que encontramos una variación desde el 37 % que lo hacen siendo menores de cuarenta años, hasta el 74 % en mayores de setenta años. Por otra parte, un 85 % de los pacientes se apoyan en el profesional sanitario para mantenerse al día de sus patologías, mientras que la vía internet ocupa el segundo puesto con un 7 %, ya que los pacientes de mayor edad evitan las tecnologías por desinformación y falta de habilidad para manejarlas. Además, los varones cuentan con mayores dificultades a la hora de emplearlas, puesto que un 27 % de los varones entre sesenta y setenta años evita utilizar la tecnología frente a un 14 % de las mujeres de su misma edad.
De esta manera, es evidente que a pesar de que la implementación de las estrategias de e-salud mejora la calidad de vida de los pacientes con una atención más rápida y eficiente, el nivel de alfabetización digital de los pacientes crónicos varía en función de la edad. De esta manera encontramos una gran diferencia en el acceso entre los perfiles más jóvenes y los de mayor edad, sobre todo varones, los cuales manifiestan dificultades en el entendimiento de las tecnologías y necesitan de un sistema mixto de atención primaria.
Si bien la tecnología ha supuesto un antes y un después para la atención sanitaria, algunos se encuentran con impedimentos a la hora de acceder a sus tratamientos o cubrir las necesidades, algo que va directamente en contra del derecho de acceso a la salud. Por lo que para garantizar el respeto de este derecho en todos los pacientes, se puede emplear un diseño inclusivo con mecanismos sencillos que permitan el entendimiento por todo grupo de personas, una mayor formación y apoyo a pacientes con dificultades para acceder a las herramientas digitales y un mantenimiento de la atención presencial de manera equitativa a la atención digital.
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.