, 16 de junio de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Hablemos de tele
X

Hablemos de tele

Actualizado 23/05/2024 07:58
Gloria Rocas

La llegada de la televisión, allá por 1956, revolucionó nuestra manera de entender el mundo. De lado quedaron los sonidos de la radio, que dieron paso a la imagen en movimiento y que propició que los ciudadanos pusieran cara a periodistas y a los protagonistas de sus series favoritas. La 1 y la 2 se convirtieron en entretenimiento y desconexión durante una época poco plácida para la mayor parte de la sociedad española de aquel tiempo. Entretenimiento, y tardes y mañanas delante del televisor también para los más pequeños. Heidi y Marco fueron los primeros en aparecer en la televisión pública, y su retrasmisión se alargó hasta bien entrados los 90. Algo duras las dos historias, si somos realistas, pero tiernas, al fin y al cabo y de un nivel moral aceptable.

En esta época aparecieron las cadenas privadas, que venían pisando fuerte y que acuñaron los términos audiencias y competencia en el mundo de la tele. Y con ellas diferentes programas, informativos y series para todos los gustos y edades. Pasaríamos una larga temporada haciendo zapping de la 1 a Telecinco, hasta que apareciera la TDT y lo que conocemos ahora como plataformas audiovisuales. Con ellas llegó la revolución de ver la televisión. Cantidad de contenido por unos pocos euros al mes que permiten disfrutar de estrenos de cine apenas unas semanas después de haberse proyectado en el cine; documentales de todo tipo; series nuevas y antiguas, rescatadas y remasterizadas para la ocasión, y multitud de contenido “infantil”.

Recuerdo mañanas de domingo en el sofá viendo junto a mis hermanos Oliver y Benji, David el Gnomo, Alfred J. Kwak o La vuelta al mundo de Willy Fog. Pusieras la cadena que pusieses, el contenido emitido era bueno. O entretenía o enseñaba o era bonito. O todo a la vez. ¿Quién no recuerda a Los músicos de Bremen? Seguro que muchos niños decidieron en aquel momento que querían tocar un instrumento. ¿O qué me decís del Inspector Gadget? Algún inventor salió de ahí.

La cosa fue “degenerando” un poco a medida que nos acercábamos a los 2000. Muñecos amarillos que lanzaba rayos; una vaca y un pollo haciendo de las suyas; un bebé en pañales bastante maleducado.

¿Y ahora? En la tele “normal”, las privadas han creado unos canales infantiles que dejan mucho que desear. Personajes agresivos, con vocabulario malsonante en mucho de los casos e historias totalmente alejadas de la realidad de los niños y las niñas de hoy. Podemos rescatar poca programación en horario infantil, la verdad. Un conejito superhéroe, una familia de perros adorables y una cerdita graciosa es lo que nos queda para entretener a nuestros pequeños en lo a que televisión convencional se refiere. La mayoría del contenido decente para niños tenemos que visualizarlo en Youtube o en las apps de contenido. Las Smart TV lo han puesto relativamente fácil en este sentido: todo lo que está en la red lo tenemos en las tropecientas pulgadas de la pantalla de nuestro salón. Pero, y siempre hay un pero en estos casos, semejante parrilla de programación, películas, videos, canciones, clips en inglés, etc, se entremezclan con anuncios poco recomendados para los pequeños o píldoras de contenido relacionado que hacen saltar a los niños de un video a otro sin orden y concierto. Flases de colores, sonidos estridentes e imágenes demasiado rápidas poco aconsejables para el correcto desarrollo de la atención.

Debemos tener cuidado con el uso de estas apps tan estimulantes para nuestros hijos o alumnos porque el llamado control parental que ofrecen dichas aplicaciones no lo es tal si nosotros no estamos al loro de lo que los niños consumen. Por otro lado, las cadenas privadas deberían hacer un repaso a los dibujos que emiten y someterlos a juicio y valoración. No estaría mal que al buscar una cadena infantil encontráramos algo de educación y valores.

¡Ojo! Que lo mismo pasa con lo que consumimos los adultos. Pocas cadenas mantiene una programación dentro de los límites de lo moralmente aceptable. Pero ese, es otro tema…

Gloria Rocas

www.gloriarocas.com

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.