¿Cómo sé qué potencia eléctrica necesita mi negocio?

Todos los negocios, en especial aquellos que consumen mucha electricidad, siempre buscan una buena tarifa luz para empresas, pero antes de hacerlo lo primero es saber qué potencia deben contratar. De hecho, en los negocios esto es crucial, pues dependiendo de la potencia demandada podrán optar a unas o a otras tarifas.

Calculando la potencia necesaria

Esto se hace elaborando una lista de cada uno de los aparatos eléctricos que se usan en el negocio. En todos hay una etiqueta con la potencia en vatios o en kW que debemos sumar y nos saldrá una cantidad. A esa cifra se le aplica un factor de simultaneidad. No todos los aparatos van a estar encendidos al mismo tiempo, de manera que este factor expresa el porcentaje de los que sí que estarán funcionando a la vez.

Va desde 0,6 para las oficinas a 0,9 para las industrias, pues estas son lugares en donde se hace un uso intensivo de la electricidad.

¿Qué fórmula podemos utilizar para calcular la potencia que hay que contratar?

Es una fórmula muy sencilla. Una vez que hemos sumado los kW de todos los aparatos, los multiplicamos por el factor de simultaneidad. A la cifra resultante la dividimos entre 100 y esa es la potencia necesaria.

Si nos quedamos con la duda o la cantidad sale con demasiados decimales, lo mejor es redondear hacia arriba, buscando la potencia más aproximada que nos ofrezca la comercializadora.

Hay que contratar la potencia necesaria, pero cuando esta es mayor a 15 kW lo usual es que se ponga un maxímetro. Lo que hace este accesorio es impedir que la electricidad se corte si excedemos el término de potencia, facturándonos ese exceso a final de mes.

¿Qué tarifas son las más habituales para las empresas?

Existe una enorme cantidad de tarifas para empresas y autónomos, ya que cada comercializadora suele tener una o varias que la distingue de la competencia. Dentro de esas tarifas hay algunas que son más comunes y que vemos siempre en las ofertas para profesionales.

Una es la tarifa 2.0 TD, que es la que tiene una potencia contratada inferior a los 15 kW. Es la que escogen empresas pequeñas o con poco consumo eléctrico, como una oficina o una tienda de ropa.

Puede tener tres periodos de tarificación, aunque es normal que para las empresas se ofrezca un precio fijo del kW durante todo el día.

La otra es la tarifa 3.0 TD, que está destinada a empresas que necesitan una potencia superior a los 15 kW. Aquí la tarificación se complica, puesto que para conocer los precios hay que saber que hay cuatro temporadas a lo largo del año.

Además, hay seis periodos de facturación, que dependen de esa temporada y de las horas. Los fines de semana y festivos siempre están en el periodo más barato. De todas formas, en muchas de las ofertas para empresas ya se les da un precio fijo por kWH, con unos descuentos que pueden elegir en función de cuándo le sean más ventajosos.

Así, en el caso de empresas que hacen el grueso del gasto por la noche, pueden escoger que se les aplique este descuento en horario nocturno.