El curioso bosque verde que emerge de los postes de teléfono de este pueblo salmantino

Los postes telefónicos de madera de Aldearrodrigo tienen, desde hace algunas semanas, un aspecto especial. Han vuelto a su origen y ahora vuelven a ser árboles que crecen entre las calles principales del municipio. María Riera es la artista que firma esta intervención, que también ha dejado su huella en muros, en una bancada de la plaza, en el polideportivo e, incluso, en una bomba de agua.

“Mi inspiración siempre es la naturaleza. En los alrededores de Aldearrodrigo hay bastante vegetación, arboleda, musgo… Ha sido muy interesante jugar con los verdes y sintetizar el concepto de la naturaleza en los tonos, en la imitación de las siluetas de las hojas. He querido trasladar el verde de la naturaleza a los elementos”, explica.

El polideportivo es uno de los espacios en los que María ha podido que trabajar con más libertad y superficie. Siguiendo la línea de introducción de la naturaleza en un espacio interior, ha incorporado la poesía como lenguaje. “Hay un poema de Juan Ramón Jiménez que relaciona el hombre con la naturaleza y cómo este se integra en un bosque. También hay algunas frases sobre la salud y el deporte, de Nelson Mandela y de Mireia Belmonte”, añade.

Esta actuación, financiada por el Ayuntamiento de Aldearrodrigo, forma parte de una corriente que busca incorporar la pintura mural en los espacios públicos de los pueblos, como sucede en Tirados de la Vega, Castellanos de Villiquera, Garcibuey, Valverdón, Aldeanueva de Figueroa... “Se ha puesto bastante en valor las intervenciones pictóricas en los pueblos. Es un reclamo para visitarlos y hacer un recorrido. Esto revierte en los municipios porque la gente entra en el bar a tomar un aperitivo, compra productos de los lugares de alrededor… El hecho de que el pueblo se visite siempre es beneficioso, da vida y movimiento. Este proyecto pretende eso: generar afluencia de visitantes y crear una dinámica de vida callejera”.