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Castilla y León es tierra de artesanos: más de 500 talleres y cuatro zonas de interés artesanal
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MÁS DE 7.000 EMPLEOS

Castilla y León es tierra de artesanos: más de 500 talleres y cuatro zonas de interés artesanal

Actualizado 15/12/2023 09:05
Redacción

Las cuatro zonas que se han convertido en un motor económico en la comunidad son Las Merindades, Jiménez de Jamuz, Portillo y Pereruela

Cuando regalas artesanía, regalas también un trocito de su creador, de su historia y su pasión. En la comunidad, la actividad artesanal está presente en la mayoría de los sectores económicos: restauración del patrimonio, artes escénicas y audiovisuales, moda y complemento y la arquitectura. Además, se trata de un sector que genera más de 7.000 empleos, la mayoría de ellos en el medio rural.

Un sector artesanal que destaca por su capacidad de innovación y se ha convertido en un importante espacio para la incorporación de jóvenes y mujeres a la actividad laboral. Los talleres artesanales, además de la creación de sus productos y servicios, suman un recurso económico muy importante al desarrollo y la promoción turística de las zonas de interés artesanal ya que en sí mismas son elementos de patrimonio inmateriales.

¿Cuáles son las zonas artesanales de Castilla y León?

PORTILLO (VALLADOLID)

Es la primera distinción de estas características en la Comunidad, reconocida en el mes de noviembre de 2015; esta localidad cuenta con un colectivo de profesionales del sector del barro y la alfarería activo y homogéneo así como con una tradición artesana que se remonta a varios siglos de antigüedad, y por haber sido capaz de mantener ininterrumpidamente esta actividad hasta el momento actual.

La elaboración de objetos de barro en esta localidad se realiza con técnicas tradicionales como el torno o rueda de alfarero, los moldes, las terrajas y la construcción a mano, y se relaciona directamente con la satisfacción de necesidades concretas, utilidad y precio. De ahí la amplia variedad de objetos a disposición del público como potes para la resina, cántaros, cazuelas, platos, botijos, tiestos, ollas, barreños, jarras, platos, etc.

En Portillo todos los alfares se sitúan en Arrabal de Portillo, extramuros en otros tiempos de la localidad, y en la parte baja del municipio. Esta circunstancia de que los talleres de alfarería se localizaron en este lugar se daba en su día por una economía de medios al estar situados en sus inmediaciones los barreros de barro rojo (por su alta presencia de hierro), en la actualidad los talleres utilizan la arcilla elaborada industrialmente.

La alfarería de Portillo es una de las actividades económicas más importantes que tiene la localidad, siendo en el siglo XX su industria clave.

El elemento diferenciador hasta mediados del siglo XX ha sido la técnica de cocción y el combustible utilizado. En la actualidad los hornos son de fabricación industrial y de control automático.

La elaboración de objetos de barro en Portillo se ha venido realizando con técnicas tradicionales como el torno o rueda de alfarero, los moldes, las terrajas, y la construcción a mano, aunque algunas se han perdido en el tiempo.

Los objetos muy diversos que se han venido realizando con técnicas de decoración como el esgrafiado, los engobes y los vidriados, estaban directamente relacionados con su utilidad, necesidades concretas, uso y precio, recibiendo los nombres entre otros, de: potes para la resina, cantaros, cazuelas, platos, botijos, tiestos, ollas, barreños, jarras, platos...

JIMÉNEZ DE JAMUZ (LEÓN)

Esta zona se reconoció por Resolución de la Dirección General de Comercio y Consumo de fecha 15 de mayo de 2017. Es una alfarería que se caracteriza por la gran calidad de su barro y la pericia de sus alfareros. Para la elaboración de los “cacharros Jiminiegos” se utiliza el barro de Jiménez que se saca de los “barreros”, que se encuentran en las cercanías del pueblo, y son fincas comunales o de propiedad de los alfareros. Es una arcilla secundaria, ferruginosa, de aluvión y de gran plasticidad. Las piezas que se obtienen tienen un característico color rojo, que junto a las formas y su excepcional plasticidad, han sido componentes distintivos de la alfarería de Jiménez de Jamuz.

Los diversos objetos que se han venido realizando siguiendo distintas técnicas de decoración, aunque la alfarería tradicional leonesa inicialmente no se decoraba o era parca en motivos, de modo que son aparentemente sencillos aunque con una belleza por la proporción y equilibrio de las formas favorecidas por el color rojo de la arcilla.

Cuenta también con un museo dedicado a la alfarería, el Alfar Museo, que está reconocido dentro de la red de Museos de Castilla y León. El maestro del taller del Alfar participa en talleres didácticos organizados por la Diputación Provincial de León. En sus dependencias se haya un horno árabe, de tiro vertical, en el que se cuecen piezas que no se venden al público, se distribuyen como obsequio para eventos.

LAS MERINDADES (BURGOS)

Reconocida como Zona de Interés Artesanal en junio de 2017, la zona de Las Merindades se distingue por contar con un colectivo artesanal activo y numeroso, gozando de una tradición artesana muy vinculada a oficios tradicionales de desarrollo del sector agrario y ganadero, a una artesanía utilitaria, funcional y decorativa.

En cuanto a los materiales se aprovechan las materias primas del entorno como maderas, fibras vegetales, arcillas y otros recursos endógenos.

Históricamente existen muchas referencias en relación con la artesanía y la zona, de las que cabe destacar las siguientes:

- Curtidores en Medina de Pomar y zapateros en Frías. En el siglo XVII aparecen 24 artesanos dedicados al cuero. Los antiguos boteros de Medina de Pomar fueron muy afamados.

- Oficios del barro: las primeras piezas se elaboran en Momediano, llegando a dedicarse a este oficio hasta mediados del siglo XX. Cabe destacar el oficio de tejero y la tejera de Montejo de San Miguel que ha sido restaurada por el Museo Etnográfico de esa localidad.

- Oficios del metal: también tuvieron gran repercusión en la historia de la zona, se localizaron hasta 10 ferrerías en las montañas burgalesas, especialmente en el Valle de Mena, en la Merindad de Montija o en Ordunte.

- La piedra es un símbolo arquitectónico de Las Merindades, y existieron artesanos que adquirieron gran prestigio en el siglo XVII, cabe destacar el Valle de Tobalina y Leciñana famosa por sus canteras. Todavía hoy en día quedan numerosos vestigios de la labor de tallistas de la piedra en muchas de las localidades de la zona, pudiendo observarse su trabajo en escudos o relojes de sol.

- La lana, en la Edad Media, constituyó la materia prima decisiva por encima de todas. Los batanes eran elementos fundamentales y en Las Merindades, en Vallejo, Frías y Sedano se elaboraba sayal, tela que se usaba en el siglo XVIII.

PERERUELA (ZAMORA)

Las primeras manifestaciones alfareras de Pereruela se sitúan en la época romana y desde el siglo XV hay documentos escritos que se refieren a los derechos de explotación del barro por los alfareros de la localidad.

En la actualidad trabajan directamente como alfareros treinta y cinco personas que a su vez generan empleos indirectos, de lo que se deduce que esta actividad crea riqueza, fija población y es una alternativa consolidada como forma de vida en la localidad.

Descripción del utillaje y materias que utilizan: Cinco son los tipos de barro que se pueden extraer de las distintas zonas de la localidad y, en función de las cualidades de cada uno, se utilizan para elaborar los distintos productos, por ejemplo, con el barro de color “marrón agranatao” que es fuerte, se realizan piezas de paredes altas como pucheros, ollas, baños. A todos se les añadia un cincuenta por ciento del blanco caolín.

Después de preparado el barro, se soba a mano quitando las impurezas antes de trabajarlo sobre la rueda o torno. Una vez hecho el asiento de la pieza, se coloca más barro sobre ella, con forma de churro o barra de pan, y comienza a unirlo al barro ya trabajado. A continuación se van levantado los bordes de la pieza, por el procedimiento de urdido, mientras que con un trozo de cuero mojado se van alisando las paredes.

Una vez terminada la pieza se le aplica un baño de barro líquido llamado juaguete, y un barniz llamado alcohol de alfarero para que le proporcione el aspecto vidriado y se procede a su cocción en grandes hornos.

Actividades y productos homogéneos de carácter tradicional o de especial dinamismo que se realizan en la zona: La importancia de la continuidad de la alfarería de Pereruela hasta la fecha, se basa en la calidad de sus barros (rojo y blanco), la mezcla de ellos que, en proporciones determinadas, dan como resultado un material cerámico que, una vez cocido a temperatura adecuada, se vuelve muy resistente y práctico para uso culinario.

Entre las piezas más populares y que más renombre ha dado a la alfarería de Pereruela, se encuentran las cazuelas que pueden ser redondas o alargadas, ambas sin asas. Otras de las piezas más importantes y laboriosas son los hornos de pan que son el mayor ejemplo de resistencia de este tipo de barro al fuego y las altas temperaturas.

También se fabrican barreñones para la matanza, ollas, tinajas para el vino o el agua y tapaderas.

Toda la información sobre el sector, aquí.

FOTOS: JCYL.