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"Hemos permitido que se barra debajo de la alfombra nuestro pasado celta"
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Literatura

"Hemos permitido que se barra debajo de la alfombra nuestro pasado celta"

Actualizado 24/10/2023 12:59
Berta Joven

Francisco Narla relata la resistencia de los pueblos celtas al Imperio Romano en su última novela, que presenta el 25 de octubre en Salamanca.

La tenaz resistencia de los pueblos celtas a la conquista del Imperio Romano es el escenario de la última novela de Francisco Narla. El escritor y piloto presenta 'Breo. El celta que desafió a Roma' el 25 de octubre a las 19:30 horas en la Librería Santos Ochoa (Gran Vía, 12) de Salamanca y comparte con sus lectores los detalles de un episodio histórico poco conocido.

¿Cómo compagina su carrera como piloto con la literatura? ¿Se le ocurren muchas historias en el aire?

Volar me ha permitido conocer muchos lugares que luego han sido escenario de mis novelas. No soy el primer ni el único. En España tenemos otro representante, Antonio Cabanas, que también es comandante en línea aérea. También fue aviador uno de mis grandes ídolos, Antoine de Saint-Exupéry. Ambas profesiones tienen un carácter vocacional y bohemio, aunque la aviación se lo ha logrado quitar con el paso del tiempo. No es lo mismo aquella aviación de principios de siglo, que levantarse a las 4 para sacar el primer vuelo de Santiago a Barcelona. Eso le quita bastante romanticismo a las cosas. Se convive con la escritura como con cualquier otro trabajo: con esfuerzo, ganas y dedicación. Yo vuelo menos días al mes, no cruzo el Atlántico, duermo menos fuera de casa y eso es gracias a los libros.

¿Es más difícil cautivar al lector con la novela histórica en la era de Netflix?

No sabría responder. Creo que la novela histórica tiene algo maravilloso: nos permite conocer lo que fuimos. Pero a veces se llena con demasiada facilidad de largas explicaciones y vocativos interminables para hablar de obispos y de reyes y el toque del género a veces se pone la zancadilla a sí mismo. La novela histórica debe ser, ante todo, novela. Primero, el conflicto y la narrativa, que además pueden ser una puerta maravillosa al reconocimiento histórico. El ensayo y el trabajo riguroso de la historia es distinto. Por ejemplo, todos hemos estudiado en el colegio que los celtas vienen de Centroeuropa. A día de hoy, sabemos que esa es una idea errónea, nacen en la Península y desde ahí se extienden a lo largo del mundo. La novela nunca debe tomar el papel del ensayo histórico. Es el género que más éxito tiene es la novela negra o de misterio.

¿Cómo fue ese enfrentamiento entre los celtas y el Imperio Romano?

En ningún lugar el Imperio Romano tuvo tantos problemas para conquistar un territorio, tardó más de 200 años. Nuestro propio lenguaje (perro, camisa, caballo, abedul, vereda…) está lleno de palabras celtas y muchas de nuestras costumbres lo siguen siendo. Nunca antes ni después, Roma volvió a renunciar a uno de los mayores beneficios de la guerra: los esclavos. Nuestros abuelos presentaron tal feroz resistencia que César Augusto acaba harto. Esa lucha por la libertad ha sido objeto de admiración con la secuela de 'Avatar' o 'Braveheart'. ¿Por qué la de nuestros abuelos no se había contado? ¿Por qué seguimos hablando de Roma? Hemos permitido que se barra debajo de la alfombra nuestro pasado celta y creo que hay que recuperarlo. De no haber sido por el oro del Bierzo, es probable que el oeste español se hubiera quedado tras un muro como el muro de Adriano. Hemos tenido una visión de ese pasado totalmente torticera. Vemos a los celtas como a unos vikingos cabreados con un ataque de sociopatía y nos olvidamos del arte, de la orfebrería y de que tenían conocimientos astronómicos muy importantes.

¿Cómo construiste al protagonista, Breo?

Me llamaba poderosamente la atención la leyenda de Breogán, aquel que une a los clanes y a las tribus celtas del Oeste. Él es el supuesto líder, pero ha sido traicionado. En la novela también hago una viva reivindicación del papel de la mujer en el mundo celta. Hablábamos antes de las costumbres. El patriarcado instaurado pro Roma sigue teniendo un papel muy importante. En el mundo celta el papel de la mujer es primordial en la sociedad. Toma decisiones, está en las asambleas, es árbitro, también reciben esa educación espiritual del mundo druídico y en España y del Duero para arriba tenemos amplias muestras de ello quién no ha ioído hablar de meigas, curandeiras, bruxas… La druida es el cerebro de la rebelión, la mujer que lleva la carga emocional llegaban a pelear junto a los hombres en la guerra era otro de los ejementos que de la reivindicación del papel de la mujer, mucho más activa y cercana a los presentes que esa relegación del mundo clásico romano.

"Hemos permitido que se barra debajo de la alfombra nuestro pasado celta" | Imagen 1

Francisco Narla. Foto de Chuchi Guerra cedida por la Editorial Edhasa