Es una sustancia química utilizada en la fabricación de plásticos y resinas, presente, entre otros, en botellas, platos, tazas y en las tintas de los tiques de la compra
La exposición alimentaria al bisfenol A (BPA) es un problema de salud para consumidores de todos los grupos de edad, según las conclusiones de los expertos científicos de la EFSA que han identificado efectos potencialmente nocivos para el sistema inmunitario. El siguiente paso es aprobar una nueva normativa que prohíba su uso en toda Europa, al igual que se ha hecho en la reciente Ley de Residuos española.
El bisfenol A (BPA), explica la OCU, es una sustancia química utilizada en la fabricación de plásticos y resinas, muy utilizada en la producción de utensilios para uso alimentario como como botellas, platos y tazas. También están presentes en las resinas utilizadas para hacer revestimientos protectores en recipientes de alimentos y bebidas, y en las tintas de los tiques de la compra. El BPA puede migrar en pequeñas cantidades a los alimentos y bebidas que se almacenen en estos recipientes, sobre todo, si no se usan de manera correcta.
Esa migración no es inocua, pues este compuesto tiene efectos perjudiciales para la salud:
Bisfenol A ha estado bajo sospecha desde hace años: en 2011 se prohibió su uso en la fabricación de biberones, y posteriormente esta sustancia también fue prohibida en los envases de alimentos para niños de hasta 3 años. La nueva ley de residuos española, en 2022, extendía la prohibición del uso de esta sustancia tóxica (así como de ftalatos, también disruptores) a todos envases de plástico.
Ahora, EFSA, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha realizado una nueva evaluación de los riesgos y los efectos de este compuesto. Tras valorar los datos de consumo de alimentos de la población (exposición al BPA), y los potenciales efectos negativos de esta sustancia, se llega a la conclusión de que el BPA es un problema de salud para los consumidores de todos los grupos de edad, por sus demostrados efectos nocivos en la salud.
La IDT (ingesta diaria tolerable) de bisfenol A, la cantidad que puede ingerirse diariamente a lo largo de toda la vida sin presentar un riesgo apreciable para la salud, también se ha ido reduciendo progresivamente a la luz de las nuevas investigaciones.
En 2015, nuestros expertos establecieron una IDT temporal debido a las incertidumbres de las pruebas sobre los efectos toxicológicos del BPA. El límite de ingesta diaria tolerable fijado ahora es alrededor de 20.000 veces menor.
Al comparar la nueva ingesta tolerable con las estimaciones de la exposición de los consumidores al BPA a través de la alimentación, la EFSA concluye que las personas de todos los grupos de edad con una exposición media y elevada al BPA superaban los límites admisibles.
A la luz de los nuevos datos, señala la OCU, es urgente cambiar las normas para que los consumidores europeos queden protegidos.
En España, la utilización de bisfenol A en la fabricación de envases está prohibida desde enero de 2023, cuando entró en vigor de la ley de envases; en Europa también se está planeando un cambio normativo en esa línea
Desde OCU insisten en la urgencia de que se prohíba el uso del bisfenol A nivel europeo, e instan a que se realicen controles para comprobar la ausencia de este contaminante de los productos que están en el mercado.