Pertenecientes al siglo XVII, estas obras pictóricas dan más valor aún a la rica y variada galería iconográfica de la exposición ‘Teresa de Jesús: Mujer, Santa, Doctora’ y del museo Carmus de Alba de Tormes
Dos de los lienzos recrean el popular tema de la Santa como escritora mística, imagen esta sumamente pródiga en las representaciones artísticas desde su muerte, viviendo un notable impulso a partir de sus respectivos procesos de beatificación (1614) y canonización (1622).
El primero de estos cuadros, préstamo de la colección Armilar Zahar de Salamanca para la actual exposición que se celebra en el monasterio de la Anunciación de Nuestra señora del Carmen de Alba de Tormes, muestra a Santa Teresa ensimismada en sus escritos. Se trata de un cuadro que denota calidad, si bien su anónimo autor, quizá por las referencias artísticas previas en las que se inspira o copia, manifiesta cierta rigidez, lo que obsta para que en su color y en sus singulares formas detectemos evidentes guiños a los modelos aludidos.
El segundo lienzo, donación de una familia madrileña para la exposición teresiana, se podrá ver de modo permanente en el Museo Carmus; aunque repite el prototipo ya descrito, a diferencia del anterior, su protagonista no aparece en el acto de escribir, sino en el de recibir la inspiración, siendo un modelo más común en la iconografía barroca.
En cualquier caso, estos cuadros evidencian la temprana creencia, tanto en los segmentos populares como en los cortesanos, de santa Teresa de Jesús como verdadera doctora de la Iglesia, aunque tal titulo no se oficializara hasta el siglo XX.
Por otra parte también se ha incorporado a la muestra un retrato de Santa Teresa de Jesús, correspondiente al primer tercio del siglo XVII, perteneciente a la Escuela Sevillana. Este cuadro que representa a santa Teresa de Jesús, se puede visitar en la Iglesia de la Anunciación de Alba de Tormes y fue pintado entre los años 1616 y 1625, durante la última estancia sevillana del pintor Juan de las Roelas, autor del mismo.
Fray Juan de la Miseria, contemporáneo de Santa Teresa de Jesús pintó un retrato suyo según aparece escrito en el mismo lienzo: “Pintólo Fray Juan de la Miseria, aetatis suae 61, 6 junii anni Salutis 1576. Se sabe por la Historia de su vida, que la Santa estuvo en Sevilla de 1575 a 1576, y fue en este tiempo cuando fue pintada del natural por este fraile carmelita”.
El retrato es de gran valor histórico, y se conserva en el convento de las Madres Carmelitas Descalzas de Sevilla. Aparece la Santa de medio cuerpo, con el hábito y capa blanca propia del Carmelo, como va a aparecer después en la iconografía; en la parte superior izquierda hay un rompiente de luz, desde el que la ilumina el Espíritu Santo; en una cartela que rodea su cabeza, está escrita la frase del salmo 88: “Misericordias Domini in aetrenum cantabo”.