, 12 de mayo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
NutriScore cambia, pero no mejora
X
Alimentación

NutriScore cambia, pero no mejora

Actualizado 24/10/2022 10:18
Redacción

Un nuevo NutriScore en 2023

Esta es la promesa de los desarrolladores del etiquetado frontal de alimentos ante las incesantes críticas al sistema. Sin embargo, los cambios anunciados recientemente dejan entrever que el NutriScore no ha mejorado. “Nutri-Score sigue manteniendo algunos de sus defectos más importantes y por los que ha recibido mayores críticas”, escribe el Científico Titular del Instituto de la Grasa (IG-CSIC), Javier Sánchez Perona. Entre esos defectos se destaca el hecho de que el modelo deja de lado a los países del sur de Europa e ignora la dieta mediterránea. Como lo explica Sánchez Perona, esto se debe a que Nutri-Score emplea bases de datos composición de alimentos de países como Francia, Alemania, Países Bajos y Bélgica. Es decir, no tiene en cuenta las especificidades de los alimentos españoles.

Esto queda reflejado en las notas que obtienen productos tradicionales españoles.

A pesar de la actualización al modelo, el aceite de oliva aún sale perjudicado en comparación con otros aceites de calidad inferior que obtienen la misma calificación que el oro líquido español. Otros productos tradicionales mediterráneos también siguen recibiendo malas notas, mientras que productos malsanos como la Coca Cola Light siguen mostrando una etiqueta NutriScore B.

Todas estas polémicas relacionadas al etiquetado en la parte frontal de los envases NutriScore, fueron abordadas días atrás durante un debate organizado por el eurodiputado de Ciudadanos, Jordi Cañas, junto a un grupo de expertos de Competere.eu en el Parlamento Europeo. Durante el mismo, expertos en ciencia y nutrición, pymes y asociaciones de consumidores, intercambiaron opiniones sobre el proyecto de la Comisión Europea de adopción de un etiquetado armonizado a lo largo de la UE, como parte de la estrategia más amplia “De la granja a la mesa”.

El evento giró en torno a cómo mejorar el acceso de los consumidores a información nutricional

A la vez preservando la libertad para que cada uno pueda elegir qué alimentos adquirir. Es por ello que los expertos recordaron la importancia de que el sistema que se implante de manera armonizada en toda la UE garantice la igualdad de condiciones y por supuesto, cuente con una base científica independiente.

“Pedimos a la Comisión que antes de decir nada, realice un estudio a fondo del impacto de una medida así en toda la cadena alimentaria”, exigió el portavoz de Mercado Interior y Consumo en el Parlamento Europeo, Jordi Cañas. A su vez, explicó que el problema de NutriScore “es un problema de base”. Esto debido a que el algoritmo del NutriScore no tiene en cuenta el grado de procesamiento, ni el valor nutricional del alimento de manera global ya que no contempla el origen de sus ingredientes, ni su contenido en vitaminas y antioxidantes. Además, el algoritmo solo analiza los nutrientes sobre 100 gramos de producto, ignorando por completo la porción habitual de consumo. Tampoco tiene en cuenta la forma de cocinar los alimentos.

Quien ha apuntado también contra el algoritmo de NutriScore ha sido el fundador de Competere.eu, Pietro Paganini. Durante el evento organizado en el Parlamento Europeo, Paganini criticó al sistema francés por ser un “esquema de talle único, un viejo modelo que dice ser perfecto y aplicable a todos”. Sin embargo, continúa, “cuando los intereses políticos o comerciales así lo deciden, el algoritmo se puede cambiar y las calificaciones de los productos pueden pasar de la ‘E’ roja a la ‘C’ amarilla”.

Continuando en esa línea, el profesor y catedrático de la Universidad de Barcelona, Ramón Estruch, explicó que el sistema se enfoca únicamente en lo que es malo en un alimento. “El algoritmo calcula su calificación otorgando un 40% de peso a los efectos negativos de un alimento y solo un 15% a los efectos positivos”, expresó Estruch. Es por ello que, en su opinión, el sistema otorga una puntuación simplificada que “no ayuda a las personas que sufren ciertas enfermedades”. “Si una persona tiene necesidades dietéticas especiales, lo que necesita es información para ser capacitados y así tomar una decisión informada, adecuada a sus necesidades médicas”, concluyó el experto.

El eurodiputado al Parlamento Europeo, Herbert Dorfmann, también mostró su preocupación con respecto al sistema NutriScore, al cual acusó de cometer errores evidentes. “NutriScore es simple y demasiado simple”, remató.

Más allá de las evidentes críticas al NutriScore, la conclusión de dicha jornada fue que es necesario reflexionar acerca de los modelos de etiquetado que está contemplado la Comisión Europea. Como lo ha resumido Jordi Cañas es necesario “analizar qué problemas están generando y cuáles pueden generar”. El pedido en el que han coincidido es en que la Comisión elija un sistema que “se ajuste realmente al objetivo de informar a los ciudadanos para que puedan realizar una elección fácil acerca de si un producto es saludable o no”.

Mientras los promotores de NutriScore buscan por todos los medios promocionar los cambios en el algoritmo es necesario ver el otro lado de la historia para comprender por qué este sistema no se ajusta a las necesidades de los consumidores españoles. En definitiva, como lo ha escrito ya Javier Sánchez Perona, el NutriScore es como El Gatopardo, “Nutri-Score cambia, pero sigue siendo el mismo modelo deficiente”.