Estudio realizado por la Fundación ONCE basado en datos universitarios españoles del curso 18/19
La nota media del expediente de los estudiantes con discapacidad egresados, tanto de Grado como de Máster, es muy similar a la obtenida por el conjunto de estudiantes egresados, con calificaciones medias que son ligeramente mayores en las mujeres que en los hombres (aunque la diferencia en las calificaciones por sexo es inferior entre los estudiantes con discapacidad que en el conjunto de los estudiantes). Las calificaciones medias también son algo mayores entre quienes han cursado estudios presenciales que entre quienes han estudiado en la UNED.
Así lo revela el estudio 'El rendimiento académico de los estudiantes universitarios con discapacidad en España', publicado por Fundación ONCE y al que ha tenido acceso Europa Press, basado en estudios, datos oficiales y datos obtenidos de las propias universidades españolas durante el curso 2018-2019.
Según el estudio, el estudiantado con discapacidad matriculado tanto en estudios de Grado como en Máster universitario durante el curso 2018-2019 muestra resultados bastantes cercanos a los de la población universitaria general en lo que se refiere a la tasa de éxito (relación porcentual entre el número de créditos superados durante un curso académico y el número total de créditos presentados a examen en dicho curso).
Sin embargo, no es tanto en las tasas de rendimiento (relación porcentual entre el número de créditos superados y el número de créditos en los que los estudiantes han estado matriculados) y de evaluación (relación porcentual entre el número de créditos presentados a examen y el número de créditos matriculados).
Por ello, subraya el estudio, las diferencias entre el rendimiento académico de los estudiantes con discapacidad y el del conjunto de los estudiantes matriculados en las universidades públicas son menores en los estudios de Máster que en los de Grado.
ESTUDIANTES MÁS MAYORES Y CON PATRONES SIMILARES EN GÉNERO
Según la información facilitada por las universidades para el estudio y la muestra analizada, las personas con discapacidad en estudios de Grado representan el 2,06 %, un porcentaje ligeramente inferior a la existente en la población general en los grupos de edad universitaria (en torno al 2,5% de las personas de entre 20 y 29 años tienen discapacidad administrativamente reconocida).
Los datos recogidos en el informe muestran que son muchas las personas con discapacidad las que optan por la educación universitaria a distancia (en la UNED la proporción que supone el alumnado con discapacidad respecto al total de estudiantes matriculados en estudios de Grado se eleva hasta el 5,64 %), y que la presencia de estudiantes con discapacidad en las universidades presenciales (1,15% del alumnado matriculado en estudios de Grado) es claramente inferior a lo esperable.
La distribución por edad del alumnado universitario con discapacidad es muy diferente de la del conjunto de estudiantes matriculados en estudios de Grado y Máster en las universidades públicas españolas.
Su media de edad es considerablemente mayor, 31 años en Grado y 37 en Máster, frente a 22 y 28 años, respectivamente, para el conjunto de los estudiantes. También presenta, al igual que la del conjunto de los estudiantes, diferencias según el sexo (con una estructura por edades algo más rejuvenecida en las mujeres) y la presencialidad de las universidades (con un alumnado bastante más envejecido en la UNED).
La población universitaria con discapacidad, al igual que la población general, se concentra más en determinadas ramas de conocimiento (en particular, en la rama de Ciencias Sociales y Jurídicas), aunque en términos relativos, la proporción que suponen los estudiantes con discapacidad respecto al conjunto del alumnado muestra importantes diferencias por ramas, siendo la más alta la que se registra en Artes y Humanidades y la más baja la correspondiente a Ingeniería y Arquitectura.
Asimismo, la población universitaria con discapacidad, al igual que el conjunto del alumnado universitario, presenta patrones diferenciales por género en relación con las ramas de conocimiento en las que se matricula, con una clara feminización de las ramas de Artes y Humanidades y de Ciencias Sociales y Jurídicas, y masculinización de las Ingenierías.