La organización sin ánimo de lucro destaca la importante subida en el número de usuarios con la llegada del final de la pandemia y con las secuelas emocionales de la crisis sanitaria vivida
Que la sociedad ha cambiado especialmente desde marzo de 2020 es una evidencia que comienza a notarse en otros muchos más aspectos que el económico y laboral. Uno de los más destacados, que empieza a preocupar con fuerza a los expertos, es el plano anímico y emocional de los ciudadanos quienes, tras la pandemia y el confinamiento severo, han arrastrado secuelas psicológicas que ahora parecen comenzar a aflorar. Un escenario en el que ahora actúa de una manera más intensa el Teléfono de la Esperanza, cuyos profesionales en Salamanca han atendido más de 2.600 llamadas en lo que llevamos de curso