Miércoles, 08 de mayo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Por qué se usaban mascarillas en Asia antes de la pandemia del Covid-19
X
Mascarillas desechables más allá de la pandemia

Por qué se usaban mascarillas en Asia antes de la pandemia del Covid-19

Actualizado 09/03/2021
A.M.P.

En las primeras décadas del siglo XX intentaron determinar el tipo de mascarilla más eficaz y se patentaron varios diseños

Tal y como nos dicen desde Epi y vestuario laboral: "las mascarillas desechables, se han convertido en un bién de primera necesidad". La pandemia mundial debido al Covid-19 ha hecho que absolutamente todas las personas del planeta cuenten con una o varias mascarillas, independientemente de modas, situación geográfica, ideologías, religiones, situación laboral y posición social. Pero no olvidemos que en el continente asiático, especialmente en Japón ya se usaba mascarillas antes de la aparición del coronavirus como un elemento de la vida cotidiana.

Se conservan documentos que muestran que durante el período Edo (1603-1868) las personas se cubrían la boca con un pedazo de papel o con una rama de sakaki, una planta considerada sagrada en algunas regiones del país, para evitar que saliera su aliento "sucio" hacia el exterior. Pero cuando realmente se populariza su uso es durante la pandemia por la llamada gripe española de principios del siglo XX. La gripe española también fue una pandemia mundial, por tanto el uso de mascarillas se extendió por todo el globo, pero mientras en el resto del mundo se volvió a la normalidad una vez pasada la pandemia, en Japón se volvió una costumbre muy arraigada, porque "eran una barrera entre el aire puro y la polución" Además, un incendio gigante en 1923, el cual dejó grandes restos de contaminación en el aire, y una nueva epidemia de gripe en 1934 contribuyeron al hábito de usar mascarillas en el espacio público japonés.

En Corea del Sur, desde que son pequeños les enseñan a llevar mascarillas para no contagiar a sus compañeros en el jardín. Es una cuestión de civismo, respeto y cortesía. No se trata de solo protegerte, sino de no contagiar al resto.

Posteriormente en 2003, la epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, por sus siglas en inglés), golpeó el sudeste asiático causando miles de contagios y muertes. Mientras en el resto de la región el virus afectó con fuerza a sus habitantes, en Japón no hubo víctimas. Y este hecho además de comprobar que los científicos tenían razón sobre el uso de la mascarilla para evitar contagios, afianzó mucho más si cabe su uso. A partir del SARS, el uso también se extendió en países como Singapur o Taiwán.

De hecho, la mascarilla en Asia llega a ser un elemento de moda dentro de la cultura pop. Grandes firmas de ropa ya contaban con diseños originales a precios muy altos, y son muchos los grupos de música asiáticos los que usan tapabocas en sus actuaciones como forma de identificación. Otro uso muy extendido es para tapar la cara cuando no se ha usado maquillaje.

Historia de la mascarilla en Europa y EE.UU

En cuanto a Europa y Estado Unidos, cubrirse la nariz y la boca había formado parte de las prácticas sanitarias tradicionales contra las enfermedades contagiosas en la Europa moderna temprana. Esta protección consistía principalmente en neutralizar el llamado miasma en el aire mediante perfumes y especias que se guardaban bajo una máscara, como las máscaras de los médicos de la peste, que tenían forma de pájaro.

Sin embargo, estas prácticas se volvieron marginales en el siglo XVIII. Las máscaras faciales, tal y como se utilizan hoy en día en la asistencia sanitaria y en la comunidad, se remontan a un periodo más reciente en el que se aplicó a la cirugía una nueva concepción del contagio basada en la teoría de los gérmenes. La mascarilla representaba una estrategia de control de infecciones que se centraba en mantener alejados todos los gérmenes, en lugar de matarlos con productos químicos. Fue sobre todo el uso de la mascarilla para cubrir la boca y la nariz (y la barba) durante la peste de Manchuria de 1910 y la pandemia de gripe de 1918 lo que convirtió la mascarilla en un medio para proteger a los trabajadores médicos y a los pacientes de las enfermedades infecciosas fuera del quirófano. Durante la pandemia de la gripe española, el uso de la mascarilla se convirtió en obligatorio para las fuerzas policiales, los trabajadores médicos e incluso los residentes de algunas ciudades estadounidenses, aunque su uso era a menudo controvertido. En ese momento, la justificación del uso de mascarillas fue más allá de su uso original en el quirófano: ahora también protegían al usuario contra las infecciones.

En las primeras décadas del siglo XX intentaron determinar el tipo de mascarilla más eficaz y se patentaron varios diseños.

Las mascarillas solían estar hechas de varias capas de gasa de algodón, a veces con una capa adicional de material impermeable, sujetas por un marco metálico. La mayoría de las mascarillas eran lavables y las partes metálicas podían esterilizarse. Estos tapabocas médicos empezaron a ser sustituidas por mascarillas de papel desechables durante la década de 1930, y en la década de 1960 se fabricaron cada vez más con materiales sintéticos de un solo uso, tabién de un solo uso. Así, las mascarillas desechables llegaron para quedarse hasta el día de hoy.