Los técnicos de emergencias sanitarias se ven como los “grandes olvidados de la sanidad en la...

Aunque la población en general está familiarizada con las diferentes olas de contagios, para los trabajadores de emergencias sanitarias la pandemia siempre ha sido la misma. Desde el pasado 14 de marzo de 2020 han tenido que adaptar su forma de trabajar a la situación actual, aprendiendo primero sobre la marcha ante la falta de información y equipos y más tarde adoptando protocolos y medidas de seguridad con mucha rapidez.

El Técnico de emergencias sanitarias, José María García (Presidente comité UGT), señala que el trabajo para los técnicos ha sido muy complicado:"Los primeros días fueron catastróficos porque no sabíamos a qué nos enfrentábamos, qué importancia e incidencia tenía. Teníamos total desconocimiento y además, la empresa, que trabaja para SACYL, desapareció durante esos días y el SACYL tampoco estuvo presente". García añade que esta desatención no saben si se debió al desbordamiento, al desconocimiento o a la falta de interés y preocupación. Además de que durante los primeros meses de la pandemia se vieron desprotegidos, olvidados y desamparados: "Tuvimos que ser los trabajadores quienes nos organizamos y nos coordinamos con los médicos". A lo largo de los meses, a base de aprendizaje se ha ido normalizando su labor y han somatizado el cómo realizar ese trabajo. Sin embargo, según José María sigue siendo difícil porque los técnicos de emergencia se siguen viendo como los grandes olvidados de la sanidad, "No siempre se nos ha tenido en cuenta y la información llegaba a cuenta gotas", añade.

Es verdad que durante estos once meses que se van a cumplir de la pandemia, muchos técnicos de emergencias han pasado esta enfermedad sobre todo en la primera fase, en su mayoría por el desconocimiento de la enfermedad que había en los primeros meses y la falta de EPIS. Según los cálculos del sindicato, entre 60 y 70 personas fueron contagiadas. "Conocemos esos datos porque se nos ha hecho un único test rápido, y salieron cerca de setenta personas con anticuerpos" añade José María. Además, reconoce que a día de hoy continúan dándose bajas por COVID, ya sea por positivos o por contacto estrecho con pacientes, y que podría haber cerca de 18 personas confinadas actualmente. Entre marzo y junio fueron muchos los trabajadores que estuvieron de baja, aunque fuese de forma asintomática. Otra de las reivindicaciones de UGT es que se aumente el número de controles periódicos: "ni la empresa ni el SACYL se han hecho cargo de ello", teniendo en cuenta que pueden ser una fuente de contagio con los pacientes que trasladan.

Los trabajadores han solicitado y rellenado un formulario para proceder a la vacunación, documentación que tratará la empresa al ser la intermediaria con el SACYL, desde el hospital se está llamando para citar para poner la primera dosis. UGT como sindicato tiene poca voz y opinión al respecto y no tienen más información, desconocen como se esta gestionando y les consta que en Castilla y León se está realizando siguiendo unos protocolos.

Son innumerables las difíciles situaciones que estos 250 trabajadores han vivido luchando contra el virus, José María afirma que los primeros días fueron muy complicados y que han sido situaciones que gracias al compañerismo y la unión han podido superar.