Su objetivo es contar la relación de la Sierra de la Estrella con la producción hidroeléctrica
El Museo Natural de la Electricidad abrió sus puertas en el año 2011. Está ubicado en la antigua central hidroeléctrica Nª Sª do Desterro I, hoy desactivada, en São Romão (Seia), de camino a las cumbres de la Sierra de la Estrella. Es propiedad de Energías de Portugal (EDP) y está gestionado por la cámara municipal de Seia. Su objetivo es contar la historia del sistema hidroeléctrico construido en esta sierra entre 1909 y 2003, que en la actualidad está compuesto por un conjunto de 11 estaciones estructuradas en 6 centrales, más dos centrales desactivadas.
Salamanca al Día recorre este espacio museístico de la mano de Alexandre Silva, uno de los guías del museo, que además de los pormenores técnicos de la estación, realiza un pertinente encuadre natural de la producción hidroeléctrica en la Estrella, conforme a sus circunstancias geológicas y climáticas, aportando, además, información sobre la flora y fauna existentes. La misión de este espacio es también la de salvaguardar el entorno natural asociado al aprovechamiento hidroeléctrico, mientras se narran las circunstancias socioeconómicas en que se desarrolló esta historia, que comenzó en 1909 impulsada por el afán de progreso, ligada a la producción textil de esta comarca serrana.
Este museo está a disposición del público para fines culturales, de investigación, de formación o simplemente por el placer de saber. Cuenta con varios espacios, como la Sala de Máquinas, el Túnel de la Central, salas pedagógicas, un auditorio y cafetería. La entrada cuesta 3 euros, existiendo algunos descuentos, y la visita es guiada.
En la Sala de Máquinas, los cuatro grupos generadores (turbina/alternador), así como el panel de comandos, son verdaderos tesoros del patrimonio industrial portugués. En las salas pedagógicas se ofrece al público de cualquier edad la posibilidad de realizar experimentos en el ámbito de la Física y la Química. El visitante también puede recorrer los 32 metros del Túnel de la Central, que tenía la finalidad de devolver al río Alva las aguas utilizadas para la producción eléctrica.
En este museo se habla de electricidad, de los recursos hídricos de la Sierra de la Estrella y de las energías renovables en Portugal.
La hulla blanca de la Serra da Estrela
La Serra da Estrela es la región con más pluviosidad del Portugal continental, solo por detrás de la Serra do Gerês. Se integra en la cordillera central peninsular, pero la relativa proximidad del océano hace que su clima, aunque continental, tenga influencias atlánticas. Hace más de 12 mil años, durante la última glaciación, los periodos de avance y retroceso de los hielos originaron aquí depresiones, dando lugar a lagunas. La Lagoa Comprida es la mayor laguna de origen glaciar de la cordillera central, seguida del Vale do Rossim.
El hecho de que en pocos kilómetros se pase de los 1.993 metros de altitud, cota máxima de esta sierra, en Torre, a los apenas 300 metros, en Vila Cova, hace que la caída pueda ser aprovechada para la producción eléctrica.
Numerosos cursos de agua nacen en las cumbres de la Estrella, siendo los ríos Mondego, Zêzere y Alva los de mayor caudal. Para aprovechar el agua de lluvia, del deshielo y las lagunas glaciares, se ideó un sistema de 4 embalses de almacenamiento, 5 presas de captación y derivación ligadas por una red de túneles (7,9 km) y de canales (6 km). La conducción de las aguas hasta las centrales se realiza a través de 7 km de conductas forzadas, derivadas de 5 cámaras de carga, que pueden llegar a trasportar 10.000 litros de agua por segundo.
Los 15 grupos de producción de energía existentes en el sistema pueden producir 800.000 KWh, en situación de máximo rendimiento, trabajando con dos tipos de turbina, Francis y Pelton.
Nos cuenta Alexandre Silva que la productividad media anual es de 238,7 GWh, el equivalente a proveer de energía durante un año a una ciudad de tamaño medio, como Coímbra.
A partir de 1909 permitió electrificar 25 concejos del interior de Portugal. A falta de carbón que hiciese prosperar las industrias, había corrientes de agua para ser usadas como fuerza motriz, la hulla blanca de la Estrella. Del agua nació la luz de la Estrella.
Siglo XX, el periodo que transformó la Serra da Estrela
La idea de aprovechar el agua surge con el comienzo de siglo por iniciativa de tres emprendedores de Gouveia. Tenían como finalidad mejorar la producción de las industrias laneras de la comarca. Actualmente, el sector textil mantiene aquí cierto vigor, aunque sin la importancia que llegó a tener en las décadas centrales del siglo XX.
António Marques da Silva fue el gran impulsor del aprovechamiento hidroeléctrico de la Serra da Estrela. La historia se inició con una autorización real para el aprovechamiento del río Alva, que dio origen a esta central de Nª Sª do Desterro I, la primera en construirse y que funcionó desde 1909 a 1994, albergando hoy el museo. La central Desterro II, en el edificio contiguo, se abrió en 1959 y permanece en activo.
En 1917 se creó la Empresa Hidroeléctrica da Serra da Estrela (EHSE), que se convirtió en una de las principales empresas portuguesas productoras de electricidad. En el marco de un proceso de nacionalización, la EHSE fue integrada en Energías de Portugal (EDP) en 1976.
El sistema de producción eléctrica de la Serra da Estrela se construyó a lo largo de más de 60 años, implicando a unos 1.500 trabajadores, en su mayor parte, temporales, dadas las condiciones de altitud, que impedían continuar durante el invierno. Trabajaban en condiciones difíciles y con medios precarios, ni siquiera había carreteras.
Varios ríos fueron desviados de sus cauces, manteniendo un caudal mínimo para conservar la flora y la fauna.
En cada central trabajaban dos operarios a turnos de 8 horas y un director. Ahora todo está teledirigido desde Oporto, solo hay en estas centrales personal de mantenimiento.
El sector energético en Portugal
La mayor parte de la energía del país proviene de tres tipos de producción: la termoeléctrica, la eólica y la hidroeléctrica, encontrándose en aumento la energía solar, con cierta importancia en el Alentejo, y la energía producida por las mareas. Aun así, Portugal es un país importador de energía, principalmente, de España y de Francia, según nos cuentan en este Museo de la Electricidad.
En 1976 el sector energético portugués fue nacionalizado, volviendo a privatizarse hace aproximadamente una década.
EDP es la mayor empresa productora, distribuidora y comercializadora de electricidad del país, y la tercera mayor de la península ibérica. El 70% de su producción tiene origen en recursos renovables y está presente en 14 países de cuatro continentes. Uno de sus últimos proyectos sociales es la Ruta del Arte en los Embalses, iniciativa que pretende unir el arte y la ingeniería.
Seia hoy
Seia continúa actualmente ligada a la electricidad, pues aquí la EDP mantiene un centro con aproximadamente 600 trabajadores, la mayoría en un contact center gestionado por una empresa externa. Además, la EDP tiene en Seia un departamento de distribución y la Universidad EDP, que es un centro de formación a nivel interno.
Sin embargo, nos cuentan en Seia que los mayores empleadores del concejo son una gran empresa de calzado, una empresa de producción de hilo y otras industrias textiles y lácteas. Seia sigue vinculada a los negocios de la trashumancia, pero desde la perspectiva del siglo XXI, mediante el curtido de pieles, la lana y los quesos; es uno de los núcleos más importantes de producción de queso DOC Serra da Estrela.
Además de estas industrias, Seia vive hoy del turismo, muy vinculado al paisaje serrano, contando con varias iniciativas de divulgación, como el Centro de Interpretación Serra da Estrela (CISE). El concejo tiene 15 rutas de senderismo de montaña con más de 100 km en total. Varios de sus pueblos están en la red Aldeas de Montaña, como Loriga, Sabugueiro, Cabeça, Alvoco da Serra o Lapa dos Dinheiros. El concejo de Seia tiene 7 playas fluviales en su demarcación, que en los meses más calurosos permiten un baño refrescante en sus limpias aguas serranas.
Otras actividades divulgativas son las llevadas a cabo por el propio Museo de la Electricidad, el Museo del Juguete y el Museo del Pan, éste último de iniciativa privada.
La Ruta de la Electricidad
Como el aprovechamiento eléctrico de la sierra tuvo como fin el progreso de las industrias, hoy el municipio ha creado este producto de Turismo Industrial, que combina la visita al Museo de la Electricidad con el conocimiento de empresas en actividad. Así, se visitan industrias textiles, de confección, lácteas y peleteras, para mostrar al viajero el saber hacer, posibilitando también la degustación y venta de productos.
El Museo Natural de la Electricidad recibió 6.640 visitas en 2018. Mónica Pimentel, Alexandre Silva, Sara Marques y Paula Cardoso son los encargados de conducir las visitas divulgativas en este museo, dirigido por João Marques.
La Mata do Desterro es el bosque circundante al museo, con una extensión de 140 hectáreas, donde los robles, castaños y alisos son las especies vegetales más abundantes. Es propiedad de EDP y el ayuntamiento de Seia tiene en proyecto su acondicionamiento para explicar la flora y fauna existentes. Se accede a ella por una pasarela peatonal y puede ser recorrida a través de tres caminos forestales existentes.
La playa fluvial del doctor Pedro, en el río Alva, rodea a la central, y junto con los merenderos existentes constituye una zona de recreo en los meses de verano.
Como narra uno de los audiovisuales del museo "Piedra a piedra, metro a metro, canales, túneles, represas,? Agua que significaba progreso. Del agua se hace la luz, la luz de la Estrella".
Reportaje Gráfico: Martín-Garay/ Museo Nacional de la Electricidad