El rector, Ricardo Rivero, defiende la ética "para progresar culturalmente y hacernos mejores personas"
Las filósofas Victoria Camps, catedrática emérita de Filosofía Moral y Política en la Universidad Autónoma de Barcelona, y Adela Cortina, catedrática de Ética y Filosofía Política en la Universidad de Valencia ya son Doctoras Honoris Causa por la Universidad de Salamanca en una tradicional ceremonia celebrada en el Paraninfo que ha estado presidida por el rector, Ricardo Rivero; la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo y autoridades académicas, políticas y militares.
Adela Cortina defiende las Humanidades "para construir sociedades democráticas"
El catedrático de Filosofía Moral, Enrique Bonete, padrino de Adela Cortina, destacó durante su laudatio que la Universidad incorpora a su claustro a "una de las más influyentes mujeres en el ámbito cultural español e iberoamericano, con cuya llegada al claustro se engrandece la Universidad". De las obras de la nueva doctora, añadió Bonete, "se deriva que la dignidad de la persona ha de convertirse en la orientación fundamental del marco político democrático".
La nueva doctora de la Universidad intervino a continuación y, tras agradecer el honor que supone ser investida por una universidad como la de Salamanca, en la que también impartieron conocimiento y se formaron mujeres como Beatriz Galindo y Lucía de Medrano, realizó un alegato en favor de las Humanidades frente a aquellas visiones de antaño que se referían a ellas como una disciplina menor. "Es urgente recuperar las Humanidades para construir sociedades democráticas".
Victoria Camps: "Pretendo hacer una filosofía fiel a la realidad y cercana, con un lenguaje sencillo"
La catedrática María Teresa López de la Vieja ejerció de madrina de Camps, de quien destacó "su excelente contribución a la filosofía, en especial a la filosofía práctica, con tres líneas de trabajo -ética, derechos humanos y bioética-, muy presentes en la docencia y la investigación que, desde hace años, realiza el profesorado de la Universidad de Salamanca".
De la Vieja, basándose en 'El siglo de las mujeres,' una de las obras de Camps, reivindicó la igualdad real de oportunidades, en lo público y lo privado. "Imaginemos que, de hoy en adelante, se reconocerá como se debe la contribución de quienes tienen iguales merecimientos que los doctores de este Estudio salmantino. Imaginemos, en fin, que los próximos 800 años serán de calidad y excelencia, con mujeres y hombres en pie de igualdad", apostilló.
En el inicio de su intervención, la nueva doctora, Victoria Camps, quien agradeció los "exagerados" elogios de López de la Vieja, confesó que nunca se le había pasado por la cabeza llegar a recibir tal honor "y más aún de una universidad que es puntal de la cultura europea y cuna de ilustres pensadores". Entre ellos, se refirió a Unamuno quien fue, dijo, "inspiración para varias generaciones". Camps agradeció el reconocimiento "a dos mujeres que se han empeñado en difundir los principios y valores éticos de las sociedades de nuestro tiempo además de tratar de dar respuesta a los interrogantes del mundo actual". Un tiempo, añadió, en el que "se echa en falta un análisis y una aproximación a problemas que necesitan soluciones no estrictamente jurídicas". "Ese es el terreno de la filosofía, el de la reflexión, de la discusión y el de ponderar las consecuencias de los avances científicos y técnicos", añadió. Victoria Camps también destacó durante su intervención que siempre ha pretendido hacer una filosofía "fiel a la realidad y cercana, con un lenguaje sencillo".
Ricardo Rivero
Por su parte, Ricardo Rivero volvió a poner de manifiesto los valores de la Escuela de Salamanca "acrecentados por vuestros aportes a la ética, una disciplina que va asociada a la excelencia investigadora". La ética, recordó Rivero, "nos ayuda a progresar culturalmente en el proceso de civilización y a hacernos mejores personas". En ese camino calificó de "muy importante" educar en la empatía y reivindicó la recuperación de las humanidades "en pos de la enseñanza de aquellos valores cultivados en la Universidad desde el siglo XVI: la quietud, la comunicación real, la reflexión, el respeto a los demás y la consideración de lo humano en los procesos de decisión". El acto se clausuró con la interpretación del 'Gaudeamus Igitur' a cargo del Coro Universitario.
Fotos: Alberto Martín