Con la participación de expertos del Centro de Estudios Ecuménicos de la Federación Luterana Mundial
Continúa el Congreso de Teología Ecuménica con un análisis del Diálogo Católico-Luterano y su futuro. Este viernes, expertos del Centro de Estudios Ecuménicos de la Federación Luterana Mundial han presentado su visión del documento 'Del Conflicto a la Comunión' y los puntos metodológicos cruciales en el diálogo luterano-católico.
La jornada ha comenzado con la intervención del profesor de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia, Martín Gelabert Ballester, quien ha realizado una conferencia titulada 'Juntos confesamos que Dios nos justifica'. El profesor ha explicado la doctrina de la Justificación, aludiendo a la descripción formulada por Lutero 'Simul justu et peccator', según la cual el creyente se presenta como una persona que existe delante de Dios como justo y pecador al mismo tiempo. Gelabert Ballester ha expresado que "a partir de las claves individualistas de la doctrinas clásicas sobre la Justificación, deban completarse con la clave histórico-liberadora. Se abre un camino de liberación progresiva que obliga a corroborar continuamente las libertades conquistadas y a tener en cuenta que hoy la dimensión individual del pecado debe completarse con la dimensión estructural del pecado".
El profesor ha destacado que "si lo que celebramos es una pelea, no hay nada que celebrar, pero si buscamos comprender las circunstancias históricas y doctrinales que la provocaron para aprender a no repetirla, entonces es bueno recordar el pasado y celebrar los caminos que han conducido a un presente de concordia y colaboración". Para Gelabert Ballester, "nuestro común testimonio de Cristo puede ser también un signo de unidad de un mundo dividido que busca la paz, pero muchas veces no saben dónde encontrarla. Si los cristianos de unas y otras iglesias ofrecemos signos de encuentro, colaboración, perdón y unidad, contribuiremos a que el reino de Dios sea una realidad cada vez más presente en nuestro mundo (...) Aunque todavía no nos hayamos encontrado del todo, estamos caminando hacia este encuentro, con la esperanza de que nuestros caminos paralelos se junten en el infinito que es Dios".
Posteriormente, el experto del Centro de Estudios Ecuménicos de la Federación Luterana Mundial, Theo Dieter, ha presentado su ponencia 'Recepción del documento 'Del Conflicto a la Comunión'. Durante su intervención, Dieter se ha referido a la palabra 'Reforma' considerada para los cristianos protestantes como el "redescubrimiento del evangelio, la libertad y la seguridad de la fe, mientras que hoy en día los católicos romanos relacionan espontáneamente la palabra con la división de cristiandad occidental". Además, se ha cuestionado si los católicos romanos sólo podrían 'conmemorar' juntos o si también serían capaces de 'celebrar' juntos: "muchos católicos romanos comprometidos ecuménicamente han argumentado que la alegría y la gratitud solo pueden estar dirigidas al movimiento ecuménico, ya que es el intento de superar la división que la Reforma trajo consigo (...) Para los protestantes ecuménicamente comprometidos una conmemoración apropiada y significativa debe incluir aspectos de gratitud y alegría", lo que para el experto "sin esta perspectiva, una conmemoración conjunta no sería posible".
Para Dieter "la conmemoración hace presente al pasado. Mientras que el pasado mismo es inalterable, la presencia del pasado en el presente es alterable. El recuerdo no representa lo que sucedió. Si el contexto de la conmemoración cambia, el recuerdo también cambiará", afirmó. El investigador se ha referido a los cuatro temas principales de la teología de Lutero: la justificación, la Cena del Señor, el ministerio, la Escritura y la Tradición. En este sentido, "asombrosamente las doctrinas luteranas y católicas tiene más en común de lo que se había visto antes, ya que estos cuatro aspectos se presentan en el contexto de los diálogos ecuménicos sobre estos temas, se toman en consideración las enseñanzas y preocupaciones luteranas y católicas", indicó. Dieter se ha referido al Concicio Vaticano II "si el propio Concilio anima a los católicos romanos a 'reconocer con alegría' lo que comparten con otros cristianos, ¿qué debería impedir a los católicos romanos celebrar junto a los luteranos todo en lo que básicamente coinciden?". El experto concluyó explicando la oración común de Lund "considerada como un hito histórico ecuménico, que demostró el diálogo a través de una conmemoración diferenciadora: celebrando y lamentando la Reforma y distinguiendo claramente los diferentes objetos de cada una", concluyó.
André Birmelé, del Centro de Estudios Ecuménicos de la Federación Luterana Mundial, presentó su ponencia titulada 'Los puntos metodológicos cruciales en el diálogo luterano-catolico'. En su intervención detalló los distintas reuniones de diálogo entre católicos y luteranos, desde el primer encuentro en 1966 hasta nuestros días. El experto abordó la primera fase del diálogo que desembocó en la 'Relación de Malta' de 1972 donde "se ponía sobre la mesa la era de la transformación de las convergencias en un avance real en la cualidad eclesial entre las dos tradiciones". Birmelé se refirió también al documento 'Ante la unidad. Modelos, formas y etapas de la comunión eclesial luterano-católica', "en la que surge una convicción común que es la unidad y será comunión en la diversidad. Es una proposición visionaria pero que llegaba demasiado pronto y tuvo una recepción reservada". En 1999 se realiza la 'Declaración común sobre la doctrina de la justificación', "ejemplo para el diálogo entre luteranos y católico-romanos, donde las dos familias se ponen de acuerdo sobre su común fundamento. La situación es radicalmente nueva y ofrece perspectivas inéditas". Para Birmelé existen opciones teológicas y metodológicas que han permitido llegar a un acuerdo sobre la doctrina de la justificación "las nociones fundamentales de pecado, fe, gracia y salvación son comprendidas de manera relacional (...) En el caso de la comprensión de la salvación, las expresiones teológicas católicas y luteranas testimonian una misma realidad". Respecto a la eclesiología, las iglesias marcadas por la Reforma afirman que un consenso diferenciado es posible "el consenso en eclesiología está dado sin que él lleve consigo una uniformidad". Sin embargo, para el investigador en la Iglesia católica romana en el campo eclesiológico "la comunión en el ministerio es la premisa requerida para que se pueda hablar de celebración auténtica. Por lo que esta diferencia respecto a las Iglesias de la Reforma conducen necesariamente a acercamientos diferentes en la comprensión de la unidad y de las condiciones necesarias para ella". Para Birmelé "la celebración de Lund ha generado nuevas perspectivas para un reconocimiento mutuo que se vislumbran en el presente", concluyó.
En la tarde de ayer se presentó un análisis de la Reforma en España y la comunicación sobre 'La iglesia local y universial. Una declaración eclesiológica de la Comisión Internacional anglicano-católica romana (AN Ecclesiological Statement of ARCIC III)'.